Hace cuatro días conocíamos la obra de Banksy. En poco tiempo, el lugar se ha convertido en un punto de encuentro de los turistas que se han fijado en un detalle: un hombre que vive cerca del mural. Él se llama Carlos. Y tan solo tiene que abrir la ventana para verlo.
Carlos tiene como vecino a uno de los murales más visitados en su jardín. El artista callejero Banksy eligió su pared como escenario de su obra. Ahora, los turistas se cuestionan si él es el artista.
Carlos cree que la obra la hicieron cuando no estaba en casa. “Cuando vi la pared toda manchada, pensé que había sido unos vándalos o unos chicos haciendo travesuras”, indica. Todo cambió cuando una turista le dijo que mirase la pared desde otra perspectiva. “Una chica me dijo aléjate para que veas lo que es. Cuando lo hice, ya tuve el efecto del mural, la figura del árbol”, añade Carlos.
Esta obra de Banksy se puede ver de dos maneras. Una como si fuese una simple pintura y otra, de un árbol frondoso si lo aprecias desde lejos. El mural ha levantado tanta curiosidad que ni protegiéndola con vallas ha conseguido que los turistas no quieran acercarse con las cámaras. Muchos de ellos llegan con preguntas y deseos. Y es que esta obra ha tenido el poder de juntar a las personas bajo la atenta mirada y una buena sonrisa.