El buque español Open Arms partirá este domingo por la tarde desde el puerto chipriota de Larnaca rumbo a la Franja de Gaza con unas 150 toneladas de ayuda humanitaria, según han informado las autoridades chipriotas.
El presidente del país, Nikos Christodoulides, ha explicado que la hora depende del visto bueno definitivo de las autoridades israelíes, que verifican el cargamento del barco, así como de cuestiones relacionadas con la seguridad.
El viaje del Open Arms es el primero de la denominada Operación Amaltea, que pretende establecer un corredor humanitario marítimo entre Chipre y el enclave palestino. Amaltea, que significa ternura, es el nombre de la nodriza del dios Zeus de la mitología griega.
La ruta de Chipre a Gaza es de unas 210 millas marítimas (unos 388 kilómetros), distancia que se tarda unas 25 horas en recorrer en condiciones normales. El Open Arms tiene previsto tardar unas 50 horas en el trayecto.
La embarcación humanitaria remolcará además la plataforma de carga MMS Aris y contará con el apoyo del buque militar estadounidense 'USS Gen. Frank S. Besson' LSV-1, que partió de Virginia para reforzar la campaña de entrega de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
El buque está especializado en el apoyo logístico para operar lejos de bases terrestres y transporta material para la construcción de un muelle provisional para facilitar el desembarco de ayuda humanitaria a Gaza.
El secretario general de la ONU, António Guterres, confirmaba este viernes a través de su portavoz, Stefan Dujarric, que la coordinadora para ayuda humanitaria y reconstrucción de Gaza, Sigrid Kaag, está trabajando ya con Chipre para poner en marcha el corredor humanitario.
El balance de palestinos muertos a causa de la ofensiva lanzada por el Ejército de Israel contra la Franja tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás ha superado ya el umbral de los 31.000, según el Ministerio de Salud gazatí.
Las autoridades apuntan que numerosas víctimas "siguen bajo los escombros" y "tiradas en las carreteras" y reseñan que "la ocupación evita que las ambulancias y el personal de Defensa Civil pueda llegar a ellas", por lo que la cifra de fallecidos podría ser más elevada. Además, cifran en cerca de 7.000 los desaparecidos.
La guerra también empieza a pasar factura a la sociedad israelí. Anoche, de nuevo, se celebraron manifestaciones contra el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu, en las que se produjeron violentos enfrentamientos con la Policía.