Tras la reaparición y fuga de Carles Puigdemont, los Mossos d’Esquadra han defendido su actuación, niegan cualquier pacto con él y han explicado por qué no pudieron detenerle. Según informan Andrea López y Dani Berbel en el vídeo, el conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, asegura que no estaban preparados para "un comportamiento tan impropio" del expresidente de Cataluña. Lo cierto es que una cadena de errores propició una nueva huida de Puigdemont que, según afirma su abogado, está de nuevo en Waterloo.
Carles Puigdemont estaría a esta hora en su casa de Waterloo después de haber pasado la noche en el sur de Francia. Así lo ha confirmado su abogado, Gonzalo Boye, quien asegura que el líder de Junts: "está en un lugar seguro, fuera de Barcelona, de Cataluña y del Estado".
En declaraciones a Rac1 y después en Catalunya Ràdio el letrado ha apuntado que el expresidente salió de territorio español el mismo jueves, después de haber pronunciado un discurso en Barcelona antes de iniciarse en el Parlament la sesión de investidura de Salvador Illa (PSC).
Boye también ha augurado que el expresidente catalán se "dirigirá a los ciudadanos" entre este viernes y este sábado, y ha asegurado que todo salió como tenía planeado, ya que no había vuelto para entregarse, en sus palabras.
Respecto al paradero de su representado, ha indicado que ha de ser el propio Puigdemont quien lo haga público, y ha sostenido que "siempre ha estado a disposición de la justicia" y que en estos momentos está siendo perseguido por unos hechos que deberían ser amnistiados por un juez que no quiere aplicar la ley.
Además, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha dicho en una entrevista en Rac1 que el expresidente catalán regresó el martes a Barcelona, día y medio antes del debate de investidura, y que ya se ha marchado a Waterloo (Bélgica), después de pasar la noche en el sur de Francia.
Al preguntársele por la decisión de huir tras su discurso, Turull ha explicado que Puigdemont la tomó como respuesta a un operativo policial que "cada vez era mucho más agresivo", así como por respeto al cuerpo de Mossos d'Esquadra, para evitar la imagen con su detención.
Turull ha puntualizado que una de las opciones planteadas era que el expresidente entrase al Parlament y ser detenido, si bien se tomó la decisión de huir ante "un operativo policial que no tenía ningún tipo de proporción ni medida".
Mientras, todas las miradas y las críticas se centran en los Mossos d’Esquadra. Ellos niegan rotundamente haber hecho un pacto con el expresident para no detenerle y aseguran que lo intentaron, pero que la multitud se lo impidió. Estas son las explicaciones que la cúpula de la policía catalana ha dado en una comparecencia inusualmente larga.
En su comparecencia, el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, ha acusado a Carles Puigdemont y a su entorno de no ser "leales" al cuerpo al intentar utilizarlos para que su eventual detención "desestabilizara" el acuerdo para investir al socialista Salvador Illa y ha afirmado que no aceptan ser una "policía patriótica".
Sallent ha admitido que no pudieron detener a Puigdemont "por más" que lo intentaron y ha denunciado una "verdadera campaña de desinformación" por parte del entorno del expresidente catalán sobre su regreso a España.
En ese sentido, según el comisario jefe, los Mossos d'Esquadra creyeron lo que Puigdemont y su entorno venían anunciando desde hace días sobre sus intenciones de asistir al pleno de investidura: "Es alguien que ha sido presidente de la Generalitat, no es un Jodorovich ni una persona que se dedique al crimen organizado".
Sallent, que ha insistido en negar cualquier tipo de negociación con Puigdemont y su entorno para pactar su detención, ha cargado también contra los dos agentes que han sido detenidos por ayudar al líder de Junts a regresar a Barcelona y volver a huir, lo que considera "reprobable, inaceptable y una afrenta al cuerpo": "No merecen vestir nuestro uniforme".
Por su parte, el conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, ha asegurado este viernes que los Mossos d'Esquadra no se esperaban "un comportamiento tan impropio" de quien había sido la máxima autoridad de Catalunya y ha acusado a Junts de usar a los ciudadanos como extras de un engaño.
Elena ha lamentado que desde Junts se urdiera un plan para dinamitar y deslegitimar el pleno de investidura "sencillamente porque no gustaba el resultado del mismo", en una maniobra que entiende como un ataque al gobierno actual para colocarlo fuera del frente independentista. Además, ha pedido que “saquen a los Mossos del debate y de la guerra política”.
El Conseller ha cargado también contra los que le acompañaban al subir al escenario, uno de ellos la segunda máxima responsabilidad de Catalunya, Josep Rull, y piden que asuma su responsabilidad. “Hay muchas personas que ostentan responsabilidades públicas, que dieron amparo para dificultar la intervención del cuerpo de Mossos d'Esquadra”, se lamenta Eduard Sallent, jefe de los Mossos.
Fue en ese momento, al salir del escenario, cuando el expresidente fugado burló el dispositivo de los Mossos. No se explica cómo no había agentes en ese momento para detenerle. El jefe de la policía catalana asegura que “la parte de detrás del escenario estaba vallada con bridas y había un control de acceso y había sobre las 4.500 personas”. Por esos motivos, Sallent explica que no era el momento idóneo para proceder a su detención.
Sallent asegura que persiguieron el vehículo en el que se fugó Puigdemont, “es una persecución que hacen corriendo, a través de las manifestaciones que hay y les pierden”.
Es en ese momento cuando todos perdemos la vista al expresident, también los agentes, que no descartan que siga en Catalunya. “Hasta que no tengamos la evidencia de que el señor Puigdemont está fuera de la base de las competencias de los Mossos d'Esquadra seguiremos buscándole”, afirma Sallent.
El jefe de los Mossos insiste en que “no hemos hecho el ridículo. No lo hemos hecho. A pesar de no haber detenido a Carles Puigdemont”.
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