El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha valorado el preacuerdo entre PSC y Esquerra Republicana para impulsar la soberanía fiscal en Cataluña a cambio de la investidura de Salvador Illa. El jefe del Ejecutivo ha insistido en defender el pacto y ha asegurado que está convencido de que supondrá el fin del procés en Cataluña. Según informa María Galán, Sánchez no ha dado ninguna explicación sobre si lo firmado es un cupo catalán pero sí ha destacado que es un paso más en la federalización del Estado autonómico.
Pero hoy no es la derecha quien le ha llevado la contraria con el preacuerdo, sino otro socialista: Emiliano García Page. “Estoy convencido de que mi partido no va a avalar esto. No me representa ni me vincula”, ha destacado en una comparecencia suya que no estaba prevista. “La noticia sería que Page diese una respuesta apoyando al Gobierno”, ha subrayado Sánchez sobre la reacción del presidente de Castilla La Mancha. El jefe del Ejecutivo ha aprovechado la intervención para hablar de Venezuela y ha abogado por la "transparencia y la calma".
Pedro Sánchez ha defendido el preacuerdo “magnífico” entre PSC y Esquerra Republicana para establecer un concierto económico solidario en Cataluña. "¿Qué quieren que les diga? Yo estoy muy contento y muy feliz (por ese preacuerdo) y reclamo, por supuesto, el respeto y reconocimiento de un partido político independentista como ERC, que gracias a la negociación y al acuerdo, ha logrado importantes avances para reforzar el autogobierno en Cataluña", ha indicado en su comparecencia.
"No puede prosperar en el Congreso. No lo puedo apoyar y confío en que mi partido no lo tolere", ha asegurado Page en su declaración improvisada. "Veo solo borradores, y he visto un comunicado muy genérico que, sinceramente, se lo puede llevar el viento de cualquier cambio de opinión pasado mañana", ha declarado. El jefe del Ejecutivo ha minimizado la reacción contraria a ese pacto que ha tenido el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page: “La noticia sería que Page diese una respuesta apoyando al Gobierno”.
Más allá de esta bronca, Page no es el único barón socialista que expresa sus recelos en voz alta. Madrid, Andalucía, Galicia o Extremadura lo han hecho. Ellos se quejan de que no se les ha consultado. Ayer, la vicepresidenta del Gobierno de España, María Jesús Montero, y Sánchez dieron explicaciones a puerta cerrada y consiguieron el respaldo de los suyos.
Aunque en este cónclave no se sientan los barones socialistas. Mientras continúa la tensión, el Gobierno tendrá que esperar a que las bases de Esquerra avalen o no un acuerdo que podría hacer que Salvador Illa sea presidente de la Generalitat.
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