La Unión Europea impondrá los aranceles al coche eléctrico chino, una medida que afecta directamente a España, donde la venta de este tipo de vehículos ha bajado. China ha respondido con la misma moneda y ha abierto una investigación a los productos europeos para ver si les pone aranceles: carne de cerdo, lácteos y brandy. Según informa Daniel Postico y Mirentxu Arroquí, los empresarios temen la subida de aranceles y que sea inviable exportar al país oriental.
España se jugaría casi 1.200 millones de euros en carne de cerdo, 91 millones en lácteos y casi dos en Brandy. La clave está en las ventas de porcino a China que hoy son un tercio de las que eran hace cuatro años. Estos aranceles que quiere imponer la UE también afecta a las importaciones de los fabricantes occidentales que producen en China como Telsa, Dacio o BMW, que serían gravadas con un 21%.
Bruselas ya dio el primer paso este verano al aplicar un gravamen de hasta el 35,3% sobre los vehículos chinos de batería eléctrica. El objetivo es compensar las ayudas ilegales de Pekín que permitían a los fabricantes del gigante asiático producir a precios mucho más bajos que sus rivales europeos. En España, a pesar de que están cayendo las ventas, seguimos siendo el país de la Unió Europea que más cerdo vende a China. Y nos siguen Francia e Italia.
China está poniendo la lupa en los precios y las condiciones de la carne de cerdo que le vendemos, pero no del jamón que no está dentro de esta investigación. Dentro de nuestro país, hay dos regiones que son las que más se juegan si China finalmente impusiese estos aranceles: Cataluña y Aragón. Entre las dos comunidades, venden un 75% de la carne de porcino que sale de España a China.
Bruselas presentó a primera hora de este viernes a los expertos de los 27 su decisión de hacer definitivos los aranceles a partir del 30 de octubre. “La propuesta de la Comisión Europea para imponer derechos compensatorios definitivos a la importación de vehículos eléctricos desde China ha obtenido hoy el apoyo necesario de los Estados miembros”, ha anunciado la Comisión Europea.
Los países reticentes a esta idea tenían que sumar al menos 15 delegaciones que representen al 65% de la población. Alemania ha sido uno de los países que se ha mostrado en contra de la propuesta por temor a que paguen con la misma moneda y no puedan colocar sus vehículos eléctricos. Una vez que se cumpla, las nuevas tarifas se sumarán al 10% que ya aplica la UE a las importaciones de los coches. Es decir, elevarán los aranceles hasta a un 45,3%. El Ejecutivo comunitario asegura que siguen abiertos al diálogo con las autoridades chinas para buscar una solución alternativa. El Ministerio de Comercio de China avisó de que la decisión de Bruselas “perjudicará a la cooperación comercial” entre Pekín y los 27.
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