El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuncia que se va a eliminar que personas que no sean de la Unión Europea puedan optar a la residencia española con la compra de una vivienda. Se pone fin a la Golden Visa, una medida que se aplicaba desde que lo aprobó el Partido Popular en 2013, según explica en el vídeo Rebeca Gimeno.
“Vamos a iniciar el procedimiento para eliminar la concesión de la llamada Golden Visa. No es la España que queremos, el de la inversión especulativa en vivienda, porque es un modelo que nos conduce al desastre”, explica Pedro Sánchez.
En España, un 94% de los visados para inversores está vinculado a compras inmobiliarias. Con la creación de la Golden Visa, ciudadanos extranjeros podían optar a la residencia española por la compra de viviendas que superen el medio millón de euros. Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Palma de Mallorca y Valencia son las zonas más demandadas para hacer este tipo de operaciones. Casualmente, las zonas de precios más tensionadas.
Los ciudadanos chinos son los que más lo han recibido en los últimos años: más de 2.000. Seguido van los rusos y con más distancia, los iraníes, estadounidenses y británicos. Las cifras pertenecen a la ONG Transparencia Internacional España.
Esta medida se implementó en 2013 por la crisis financiera que atravesaba España. Se suponía que esto iba a atraer inversión extranjera, a crear riqueza y a generar empleo. Así, la ley contemplaba otras modalidades. Por ejemplo, un inversor extranjero podía invertir más de dos millones de euros en deuda pública, pero la mayoría de los visados otorgados son por comprar una vivienda.
El Gobierno argumenta que así se limita la especulación de la vivienda, pero se trata de un nicho pequeño de casa que cuestan más de medio millón. Y no es un aspecto novedoso. La Comisión Europea lleva años pidiendo más control y transparencia de estos permisos por los riesgos entre la Unión Europea y la lucha contra el fraude, la corrupción y la evasión fiscal.