Cuando salimos de vacaciones, no sólo estamos pendientes del tiempo, también hay que tener mucha atención a posibles estafas. Los expertos recomiendan que desconfiemos de chollos y aconsejan reservar a través de grandes plataformas y dejando rastro del pago si se alquila a un particular, según informa Patricia Corral.
Hay que saber con quién contratar un apartamento porque, a veces, puede ocurrir que al llegar haya sorpresas muy desagradables o, incluso, directamente nada. Y es que la inteligencia artificial (IA) ofrece una infinidad de opciones a los delincuentes.
Mientras hacemos las maletas para disfrutar de un merecido descanso, que se estropee la climatología o que tengamos por delante atascos con kilométricas retenciones, seguramente, no es lo peor que nos puede pasar.
La ilusión de una jornada soleada puede toparse con una cruda realidad al llegar al destino de playa. Es lo que le sucedió a Rocío, quien se quedó en la calle.
"Vimos que esa casa no se alquilaba, que vivía un propietario y, por lo que se ve, no era con la primera persona que le había pasado", explica, añadiendo que "el mismo dueño se quedó asustando cuando nos vio con las maletas y con cuatro niños".
Rocío lamenta que "era una ganga buena". La 'oferta', 600 euros por 15 días en una casa grande, bonita y con piscina. Estas grandes oportunidades en épocas vacacionales no existen y los precios bajos deben alertarnos.
Por ello, los expertos instan a no adelantar nada antes de gastar 10 euros en una nota simple. Rubén Sánchez, portavoz de Facua, apunta que "habría que consultar en el Registro de la Propiedad quién es el dueño de la finca". Ello servirá también conocer la ubicación real y si tiene, por ejemplo, las habitaciones que promete.
Francisco Canals, especialista en ciberseguridad, afirma que "ya ha llegado la IA. El delincuente puede utilizar una supuesta fotografía de un apartamento o de una casa que en realidad es ficticia y que ha creado el Chat GPT".
Además, hay que asegurarse de que es una web fiable. Irene cayó: "Toda la apariencia era de Booking pero es verdad que tenía un guioncito que no me di cuenta en ese momento". "Cuando vi que me habían cobrado dos veces la cantidad de la reserva, en total unos 570 euros, quise morirme. Ahí supe que algo estaba mal", reconoce.
Si la vivienda o el hotel no es han convertido en un problema, ojo a la hora de acudir a un bar o a un restaurante. "Las clavadas están a la orden del día durante Semana Santa", avisa Canals.
Uno de los suplementos que no deben cobrarnos es por sentarnos en una terraza al aire libre puesto que, como subraya Rubén Sánchez, la calle "no es propiedad" del establecimiento hostelero.
Y si no estamos de viaje y es un familiar quien se encuentra disfrutando, mucho cuidado con esos mensajes de conocidos 'en apuros'.
Por último, cabe destacar que lo mejor es guardar todas las pruebas que tengamos para denunciar ante la Policía y las asociaciones de consumidores con el objetivo de recuperar el dinero.