A todos nos ha pasado que a la hora de comprar por internet nos surge la duda de quién podrá recoger el paquete en caso de que no haya nadie en casa. Para solventar esta situación, cada vez hay más tiendas que se hacen cargo de lo que hemos comprado. De esta manera las tiendas de toda la vida atraen a clientes potenciales y consiguen generar ingresos a través de este servicio.
Ana Sánchez, propietaria de la Mercería Puntadas, comenta que al principio le llegaban pocos paquetes, pero luego ya empezó también con las devoluciones, por lo que ahora apenas da abasto con su tienda. Añade que está contenta con esta situación al igual que los clientes, solo que ya no atiende la tienda con la frecuencia con la que lo hacía antes, porque le supone mucho tiempo la paquetería.
Gervi Delgado, gerente de Gervifrost, cuenta que ser punto de recogida y entrega de paquetes es un enganche, ya que va a entrar más clientela en la tienda, por lo que hay más clientes potenciales. Él lo comenzó a hacer después de la pandemia, cuando empezaron a incrementarse las compras online. Antonio Piñeiro, director de la Agencia Eume Viajes, dice que por cada paquete ganan una comisión de 30 céntimos, lo que se traduce en que mensualmente genera unos 150 euros al mes de media.
Los jóvenes suelen comprar más por internet, sobre todo por la falta de tiempo. Además de poder comprar varios artículos con un solo clic y evitar desplazarse a una tienda y pasar horas en ella, existen páginas que permiten probarse artículos con realidad virtual. Por ello, los jóvenes optan por dejar sus paquetes en puntos de recogida, ya sea una taquilla como las de Correos y Amazon o en un negocio tradicional como una papelería o peluquería que cuente con este servicio.
El 69% de los españoles entre 16 y 24 años han utilizado en alguna ocasión un punto de recogida o una taquilla para recoger un pedido online. Y según la encuesta ‘Last Mile Experts’, se estima que en 2025 se entregarán más de 20.000 millones de paquetes fuera de casa tan solo en Reino Unido y la Unión Europea.
El servicio de los puntos de recogida supone una serie de beneficios: evita los intentos fallidos de entregas, aporta mayor privacidad al cliente al no tener que abrir la puerta de su casa al repartidor, contribuye a la reducción de emisiones de CO2, descongestionan el tráfico en las ciudades en horas punta y favorecen la revitalización de los comercios locales.