La crisis climática y la de biodiversidad son más que evidentes, la naturaleza lleva años avisándonos mediante fenómenos meteorológicos como la DANA que arrasó Valencia el 29 de octubre. Aunque se celebren múltiples cumbres climáticas como la última COP29, parece que todavía no somos conscientes de la influencia que tiene la naturaleza sobre el ser humano. Miguel Delibes de Castro, biólogo y escritor, nos lo explica en su último libro, ‘Gracias a la vida’.
El doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid y autor de numerosos artículos y libros como ‘Pequeño mamífero’ y ‘La naturaleza en peligro’ lanza su última obra para hacernos conscientes de que “dependemos del resto de la vida”.
El autor vallisoletano quiere dar ‘Gracias a la vida’ con su nuevo libro, haciendo honor a la famosa canción de Violeta Parra, versionada en múltiples ocasiones por artistas de la talla de Laura Pausini. Miguel Delibes dedica diez capítulos a aquellas especies que suelen estar más invisibilizadas en los libros de naturaleza y que son igual de esenciales que el resto: “Gracias a las lombrices que ayudan a fabricar el suelo fértil, gracias a los murciélagos que evitan plagas, gracias a los microbios porque son parte de nosotros”.
El que fue director durante ocho años de la Estación Biológica de Doñana lanza ‘Gracias a la vida’ con el objetivo de enfatizar la función de todos los seres vivos en la naturaleza y en la crisis climática en la que estamos inmersos: “Son los seres vivos los que están fijando carbono, eliminándolo de la atmosfera y reduciendo el calentamiento global”.
Delibes de Castro nos recuerda que no somos invencibles, “somos una especie más dentro de la naturaleza”, pero parece que a veces se nos olvida. Según el autor, mediante nuestras dañinas acciones hacia la naturaleza, nos hemos convertido en “la plaga más virulenta que hay actualmente en el planeta”.
Poco a poco, estamos rompiendo el equilibrio de la naturaleza. Casi un millón de especies se encuentran en peligro de extinción y “es probable que estemos provocando nuestra propia extinción mientras provocamos la del resto de especies”, apunta el biólogo. “Hay una inercia muy grande y seguimos acercándonos al abismo. Lo más importante es parar”.
“Cuando falla la biodiversidad, también nos afecta”, la biodiversidad hace posible nuestra existencia y no debemos olvidar que la crisis de biodiversidad podría desembocar en “un colapso más bien de nuestra civilización”, “el planeta va a seguir siendo habitable para otras formas de vida”. El autor nos recuerda que somos uno más y que todas las formas de vida de la naturaleza son esenciales.
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