La masificación que sufre el Everest es un hecho que lleva años denunciándose, pero pocas veces se ha mostrado de manera tan clara y directa como con 'Kaizen'. Hace apenas una semana, el youtuber y streamer francés, 'Inoxtag', publicaba un documental donde narra su experiencia escalando el pico más alto del mundo con solo 21 años. El documental muestra la cara que no se ve de la expedición alpinista más popular: contaminación y masificación a partes iguales.
'Kaizen' se puede ver desde el canal de Youtube del influencer, que acumula un total de 8'46 millones de seguidores. La pieza audiovisual ha tenido un éxito indescriptible, y es que ya reúne más de 27 millones de visualizaciones. Este éxito lleva detrás una producción de más de 1.200.000 euros y un año de preparación por parte de 'Inoxtag' y su equipo. Sin ninguna experiencia previa en alpinismo, han querido adentrarse en el famoso pico nepalí y documentarlo.
'Inoxtag' define 'Kaizen' como "una filosofía de progresión continua, consistente en mejorar cada día, paso a paso". En su documental podemos ver cómo el youtuber y todo su equipo se ha ido enfrentando a situaciones climatológicas extremas, aglomeraciones, contaminación y complicaciones físicas como la falta de oxígeno hasta coronar el K2. "A mis padres nunca les digo que les quiero, pero mientras escalaba les juro que temía por mi vida", solloza el streamer en su propio documental.
Cientos de personas son las que se juegan la vida por subir Everest año tras año, produciendo una masificación más que evidente y llenando el entorno natural de basura. Ante la gravedad de la situación, el gobierno nepalí ya tomó medidas para que los residuos y los excrementos sean recogidos bajo amenaza de multa.
El documental ha traído reacciones de todo tipo, desde halagos hasta duras críticas contra el youtuber. Muchos montañeros manifiestan que gracias a la iniciativa de 'Inoxtag', la moda de escalar el Everest sin experiencia alguna será alimentada. Actualmente es el sueño de muchas personas, aunque la expedición no es precisamente barata. Subir al K2 cuesta a día de hoy entre 35.000 y 120.000 euros, ya que hay que contar con permisos, estancia, transporte y equipos.
Aún es pronto para determinar la influencia de 'Kaizen' sobre las expediciones alpinistas, pero muchos esperan que cree conciencias sobre la crisis que se está viviendo en el Everest, y no al contrario.
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