Esta historia habla sobre el dolor, aunque tampoco es un almanaque de salud o una guía médica. Es un relato para entender cómo lo urgente dio paso a lo prioritario, es decir, cómo la obsesión por querer alcanzar el éxito y el reconocimiento profesional se impuso y desvió las llamadas de atención del propio cuerpo. En ‘La utilidad de todo este dolor’ (La Esfera de los Libros), la política del PP Andrea Levy desvela cómo es convivir con las debilidades de uno mismo o, al menos, cómo lo logró ella. “Estuve muchos años con dolores insoportables, que me provocaban frustración, hartazgo y tristeza”, cuenta en esta entrevista.
“Lo escribo ahora porque he aprendido que pretender ser perfecta cuando no eres capaz de gestionar las emociones te hace más vulnerable. Y que intentar hacerlo a base de ansiolíticos es una trampa muy peligrosa”, aclara. “Cuando te duele algo te enseñan que hay medicaciones que toma tu madre, tu amigo, o tu compañero de trabajo", explica, "pero hay una cara B en esos medicamentos”.
Cuando en el año 2014 empezó a notar fuertes dolores que entumecían su cuerpo, no buscó una causa. “Consideraba que era algo temporal por tener muchas cosas en la cabeza, una suerte de peaje que me había autoimpuesto, confiesa. La adrenalina de lo que estaba viviendo era muy poderosa y conseguía que dejara a un lado cualquier impedimento, por molesto que fuera. Lo que me dolía era consecuencia, pensaba, de la forma en la que había decidido vivir. “Eso es malvivir, porque avanzas en esa ola que te va arrollando”, dice.
Diez años después, llega este libro escrito tras más de una década dedicada a la política: un relato vital de aquella vida, en la que lo personal y lo profesional se sumieron en un todo. «Me sentía responsable del momento político que estaba sucediendo. Necesitaba estar ahí, pendiente de lo que pasaba, escribir, hablar, analizar. Estaba despegando hacia algo más importante en mi carrera. Y tenía que seguir».
El punto de inflexión llegó en 2020, con el diagnóstico que puso nombre a lo que sucedía: fibromialgia. «Hay días que lo llevas mejor que otros, pero llevar, lo llevas siempre por dentro. Convivís juntas, tú y tu enfermedad crónica. Esto significa que tienes todo el tiempo del mundo para ir aprendiendo la una de la otra».
Andrea Levy sufrió ataques, principalmente en las redes sociales, como consecuencia de su mal estado físico. “Provocar sufrimiento a otras personas con nuestros comentarios tiene un impacto, no se queda en el metaverso”, advierte.
Pero superó todo aquello. “He vuelto a ser yo misma. Me abandoné durante un tiempo pero parar me ha sentado de maravilla”, afirma la política, que ahora ocupa el puesto de presidenta de la Junta Municipal de Retiro, en Madrid.