David Aleman se adentra en uno de los tres búnkeres públicos españoles que nos protegerían de un ataque nuclear

La Unión Europea ha lanzado una guía para que los ciudadanos estemos protegidos ante una inminente catástrofe nuclear, climática o bélica. Desde Bruselas recomiendan tener un kit de supervivencia para mantenerse aislado durante 72 horas, un anuncio que según ha explicado una experta en relaciones internacionales en 'Código 10' tiende más a intereses de tipo económico que a una amenaza real.

Además, las recomendaciones de la UE se centran principalmente en casos concretos como los de Finlandia o Suiza, dos países que estarían muy bien preparados para una posible situación de emergencia. En ambos lugares existen múltiples refugios -en el país helvético son obligatorios en todas las casas construidas a partir de los años 60-. Pero, ¿y en España? ¿Estamos realmente preparados para una catástrofe?

En nuestro país existen 3 búnkeres públicos que podrían hacer frente a un ataque nuclear. David Aleman, presentador de 'Código 10', se ha adentrado en uno de ellos. En concreto, ha acudido hasta El Capricho, un búnker creado en el año 1937 en Madrid para abastecer al bando republicano. Como no resultaron los vencedores del conflicto, la construcción nunca se llegó a emplear y ahora mismo se encuentra inhabilitada.

Con capacidad para 200 personas

El búnker cuenta con 300 metros cuadrados -sin contar con tramos de escalera-con capacidad para 200 personas. Nada más entrar, David Alemán se ha sorprendido con una escalera que cambia de dirección de un momento a otro. Antonio Morcillo, subdirector de parques de Madrid, explica a qué se debe. "Son quiebros en forma de 90 grados obligatorios porque en caso de que sufriera un ataque con un bomba proyectil desde su entrada, hay que cortar la trayectoria de la onda expansiva y la única forma de hacerlo es con estos quiebros", cuenta.

Pese a que ahora mismo no estaríamos preparados para el impacto de una bomba nuclear en el interior del búnker, antes sí que nos serviría como refugio. "Este tipo de instalaciones están pensadas para estancias largas, de ahí que tengan su circulación de agua, su ventilación e iluminación eléctrica", detalla Morcillo.

"Cada zona tenía el suelo de una forma diferente"

David Aleman se sorprende con la forma en la que se mantiene la ventilación dentro de El Capricho, a través de unos respiraderos. Junto con el subdirector de parques de Madrid, se ha parado en un habitáculo único que hay en el búnker. "Aquí había un generador eléctrico", le explica Morcillo.

Otro aspecto que le ha sorprendido al presentador han sido unos dibujos que aparecen pintados en el suelo. "Cada zona tenía el suelo de una forma diferente, con un dibujo diferente por si se va la luz viendo el suelo descubres en que estancia estas", comparte.