El test de embarazo había dado positivo. Marisol y Dani iban a ser padres de nuevo pero ellos no terminaban de creérselo. Por ello decidieron acudir a una clínica. La ecografía les mostró en vivo y en directo a su futuro bebé.
Además, la ginecóloga pudo ver el sexo y Susi, que les acompañó a la consulta, se encargó de todo: ella guardaría el secreto para descubrírselo en forma de sorpresa.
En mitad del banquete, Susi y Graciela se ponían en pie y llamaban la atención de todos los presentes: “¡Silencio! Que os voy a dar una noticia”, decía. “Vamos a repartir unos cañones, si sale azul es niño y si sale rosa es niña”.
Atacados de los nervios, comenzaban la cuenta atrás. Los cañones se disparaban y todo se llenaba de confeti rosa. Los padres de la Rebe esperan su cuarta hija. “Nos persigue el color rosa, pero bueno, qué le vamos a hacer. Es otra niña. La voy a querer mucho porque va a ser mi pequeñita”, decía ella. “No es por nada, pero yo quería un niño, imagínate cuando venga otra niña más”.
Después de descubrir que se trataba de una niña y de haber elegido su nombre en cuestión de segundos, los papás recibían el primer regalo para la pequeña: unos diminutos tacones de purpurina rosa.