Todos esperaban impacientes su salida. La novia ya estaba lista y todos los familiares preparados para recibirla vestida de blanco. Entre confeti dorado y arroz, la Rebe aparecía impecable enfundada en su vestido: “Me he sentido la reina de España”, decía.
Cantos, halagos y bailes. Todos los presentes celebraban lo guapa que estaba la novia, pero pronto ella echaba en falta a su futuro marido: “¿Dónde está el novio?”. Su hijo bromeaba diciendo que se había marchado a Tenerife.
Jose aparecía entonces montado en una carroza tirada por caballos. La Rebe alucinaba: “No he podido ser más feliz en mi vida que en ese momento”. El novio se quedaba embelesado con la belleza de su mujer: “No me salen las palabras, perfecta”.
Montados en la carroza, ponían rumbo al salón de celebración. Aunque se sentía “como en una película”, la Rebe ha tenido un momento de pánico por su miedo a los caballos. Pero nada que no se pudiera solventar con las bonitas palabras de Jose: “Hoy es tu día, disfrútalo y sé la Cenicienta del cuento”.
Su pequeño viajaba con ellos. Los dos le miraban orgullosos mientras dormía. Jose le proponía traer otra personita al mundo y la Rebe le respondía diciéndole que para él siempre iba a ser un ‘sí’. Después se ha lanzado a cantarle unos versos y, tras ellos, una bonita declaración de amor: "Contigo soy feliz, lo volvería a hacer una y mil veces".