Todos somos conscientes del pedazo de humorista que es Goyo Jiménez. Un artista de los pies a la cabeza. Pero como todos los buenos profesionales, ha tenido sus comienzos. Comienzos que no han sido fáciles y situaciones dignas de ser contadas y recordadas. Es precisamente lo que ha hecho el humorista en 'Martínez y Hermanos', contar algo que le ocurrió cuando dio sus primeros pasos como humorista.
"Estaba haciendo una obra de teatro infantil. Yo hacía de vampiro. Éramos como unos vampiros que nos reuníamos en el castillo del Conde Drácula. Yo era como un vampiro piloto, es decir, un vampiro con unas gafas de piloto", recuerda Goyo. Además, añade que eso ocurrió en una verbena de pueblo y "el día anterior había habido verbena, por lo que estaba todo lleno de botellas. El decorado estaba separado del escenario".
Goyo cuenta que en un momento dado las gafas se le empañaron y en medio de la actuación se giró y se cayó del escenario. "Además, era un escenario alto. Acabé con cristales rotos y clavados", asegura. Pero la profesionalidad de Goyo es tal que salió y pronunció las siguientes palabras: "Tu bodega es preciosa". Esto provocaba la risa del público y de todos los allí presentes.
La cosa no acababa aquí: "Luego me fui a urgencias. Es de esos momentos que acabas de salir de la escuela de teatro y dices: esto es sagrado'". Dioni se levantaba y le daba un abrazo a Goyo tras lo que acababa de escuchar. ¡Y es que todo gran profesional y humorista tiene que atravesar por momentos así para llegar a ser quien es! Con todos ustedes: Goyo Jiménez.