Cristóbal Soria y su equipo de especialistas han decidido ponerse manos a la obra para hacer del Maribáñez un equipo competitivo. Para ello, todos ellos deben estar en plena forma y de eso se va a encargar Alicia.
Es nutricionista y preparadora física y, con solo un primer entrenamiento con el equipo, las parejas de los jugadores han llegado a una conclusión: su llegada no es plato de buen gusto para ellas.
De buena mañana, los futbolistas le han contado a Cristóbal los problemas que están teniendo en casa con sus parejas tras la llegada de Alicia. Y no solo eso, le han enseñado los audios que sus mujeres les han mandado y que demuestran su disgusto. “Tenemos que buscar una solución”, dice Cristóbal. “Pero una solución inmediata”, y sin pensárselo dos veces, se dispone a hablar personalmente con las parejas de sus jugadores.
Dicho y hecho. Cristóbal las ha reunido a todas y les ha transmitido su mensaje: “Hay una situación que me tiene preocupado y que creo que tenemos que cortar de raíz. No puede ser que tengamos a los maridos durmiendo en casa de su madre ni en el sofá. No puede ser que a estas alturas tengáis celos de Alicia”.
Así que, buscando el lado positivo de las cosas, Soria les propone un gran reto: “¿Os gustaría de verdad estar como Alicia? Si queréis pedirle ayuda para que os ponga en forma como está ella, adelante”.
Tras la idea de Cristóbal, las mujeres de los jugadores se animan a dar un giro radical a sus vidas. Solicitan una reunión a Alicia y le piden ayuda: “Queremos pedirte un favor. Se casa Will, el portero del equipo, y tenemos que meternos los trajes”. La entrenadora acepta la propuesta y únicamente les pide una cosa: “Necesito que os comprometáis a hacerlo”.