Aunque Juan Jesús cumplía de sobra uno de los requisitos de Inmaculada “no me gusta que sean muy blancos”, la primera impresión entre ambos no ha sido buena. Y decimos la primera impresión porque según han ido pasando los minutos de la cena, su visión de la persona que tenían enfrente ha cambiado por completo.
Aunque a Inmaculada le ha chocado mucho saber que Juan Jesús era profesor de zumba y que también conducía un tractor, le ha tranquilizado mucho saber que era un hombre de relaciones estables “Me gusta que sea de relaciones estables porque es señal de que no está pasándose por la piedra a todo el mundo” y muy preocupado y ocupado en sus dos hijos.
Ella también es madre de dos hijos, tienen una historia sentimental preferida y le ha confesado que cuando su segunda pareja le propuso vivir juntos, le soltó un “Le dije que prefería comprarme un sofá a vivir con él”. Y es que Inmaculada tiene las cosas muy claras y sí quiere volver a tener una cita con Juan Jesús y puede que sea en las fiestas de su pueblo, que él la está deseando llevar.