Para que una relación con una persona asexual funcione es necesario lo mismo que para cualquier tipo de relación, comunicación, respeto y cariño. Cada relación es diferente y son las personas que la viven las que marcan los límites que no hay que cruzar, cada cual establece las normas sobre las que se va creando la relación de pareja y siempre y cuando sean mutuas, poco importa si la persona con la que compartes tu vida es alosexual o asexual.
No obstante, la asexualidad no es la norma, por lo que no es raro que, de encontrarnos en una cita con una persona que lo es, surjan dudas y preocupaciones en torno a ello. Lo primero que conviene destacar es que la asexualidad es una orientación sexual, forma parte de la identidad de una persona, no es algo que aparece de repente, tampoco una situación puntual que la persona tenga que superar y, por supuesto, no va a cambiar por encontrar a una persona con la que quiera comenzar una relación.
Una persona asexual no experimenta atracción sexual hacia otras personas, no es algo homogéneo, la asexualidad es un espectro y hay muchos matices que diferencian a las personas asexuales. Por ejemplo, hay quienes buscan mantener relaciones románticas, pero hay otras personas que además son arrománticas, por lo que tampoco sienten interés por este tipo de relaciones.
Para algunas personas asexuales el sexo es algo positivo, aunque no tengan interés en él o en experimentarlo, otras lo ven como algo negativo e incluso existen personas para quienes es algo que les genera rechazo, encuentran el sexo desagradable y les repele. El término asexual engloba a todas las personas que no sienten una atracción alonormativa, por lo que también abarca aquellos que sienten atracción sexual, pero no demasiada, o a quienes solo la sienten en unas circunstancias concretas, como al tener una conexión especial con otra persona.
Las personas asexuales, en ocasiones, sí que presentan cierto interés en conductas sexuales, pero solitarias o con la intención de relajarse. Además, no conviene confundir asexualidad, que como hemos dicho, forma parte de la identidad de una persona, con celibato, que no deja de ser una opción personal, una decisión que se toma de manera consciente para vivir la vida o un momento determinado de la misma.
A pesar de que cada persona es un mundo, hay algunas características que comparten las personas asexuales y que les hacen definirse como tal, por ejemplo y como punto esencial, no necesitan el contacto sexual en una relación, aunque eso no quiere decir que no aprecien o disfruten otro tipo de contacto, como los abrazos, los besos y las caricias. No sienten atracción física hacia otras personas, por lo que es probable que presten atención a rasgos menos superficiales. No sienten interés por el sexo, pero sí pueden sentir amor por otra persona, teniendo con ella una relación puramente emocional.
En caso de que tu cita sea asexual es esencial trabajar la comunicación, por lo menos si se siente que la otra persona merece la pena y queremos tener una relación. Poder hablar con sinceridad de cómo se siente cada uno es esencial, al fin y al cabo los límites y normas de la pareja han de ser consensuadas por todas las partes. También es importante saber que no es algo que vaya a cambiar con el tiempo, una persona asexual no será alosexual solo por comenzar una relación con alguien alosexual, no se trata de esperar a que esto cambie, sino de aceptar que es su realidad.
Como decimos, la comunicación es lo más importante porque gracias a ella se puede determinar qué tipo de relación se quiere tener. Las normas las pone cada pareja, por lo que puede que se quiera experimentar un poco de manera individual en el sexo o se busque una relación que no se ciña a las normas tradicionales, por ejemplo, algunas parejas son abiertas o poliamorosas…
También es importante señalar que, si bien las condiciones se estipulan entre los dos, en el momento en el que alguno de los miembros de la pareja deje de sentirse cómodo con lo establecido, lo mejor será hablarlo abiertamente y ver si se puede solucionar. En algunos casos es necesario buscar información extra para poder comprender bien a la otra persona y lo que siente, en otras también se puede optar por acudir a terapia, buscando ayuda de un tercero que además sea profesional.