Los silencios incómodos en una primera cita no son una buena señal. Aunque lo ideal es que la conversación sea fluida y natural, lo cierto es que puede dar un poco de tranquilidad llevar algunas preguntas preparadas o temas de conversación que se pueden sacar si esta decae, evitando crear momentos incómodos.
Una primera cita es el momento ideal para conocerse un poco mejor y, aunque cada persona es un mundo y eso hace que existan dos primeras citas iguales, lo cierto es que hay algunas normas no escritas que se pueden seguir para hacer que esta sea confortable para ambos, una de ellas suele ser evitar ciertos temas de conversación y centrarse en otros.
Compartir demasiados detalles personales en un primer encuentro puede sentirse un poco excesivo para algunas personas, y si bien hay quien prefiere tener conversaciones profundas y trascendentales desde el primer momento, lo más habitual es buscar conversación divertida que haga que la velada sea ligera, pues si las cosas salen bien, ya habrá tiempo para sacar otros temas más delicados que ayuden a conocerse mejor de manera natural.
Como señalábamos antes, cada persona es diferente, lo que para algunos puede resultar complicado hablar en una primera cita, para otros puede ser su tema de conversación preferido, pero en general se suele estar de acuerdo en que compartir demasiados detalles personales no es una buena idea, sobre todo cuando se trata de un primer encuentro de verdad y no de un cambio en una relación de hace tiempo o un primer encuentro físico tras un tiempo de relación digital.
En general, los expertos en relaciones opinan que hay temas que es mejor dejar para más adelante, que surjan de manera natural, conforme la pareja se va conociendo más. Un estudio de Hye Eun Lee et al. de 2020, que recoge GQ, revela que para muchas personas puede resultar incómodo que alguien comparta detalles excesivos de su vida personal en la primera cita, está muy bien abrirse y sentirse cómodo, pero un exceso de información puede no ser la mejor estrategia.
También recomiendan evitar determinados temas, y no solo en una primera cita romántica, sino también en primeros encuentros de cualquier tipo, como los temas relacionados con el dinero, la religión o la política. Esto para muchas personas puede no ser efectivo, pues prefieran tener claro las opiniones del otro cuanto antes, pero en general son temas que causan cierta controversia, por lo que una primera cita puede que no sea el mejor momento para sacarlos.
Del mismo modo, hay ciertos temas que puede ser mejor dejar para más adelante, como las preferencias sexuales de cada cual, un tema con el que no todo el mundo se siente cómodo y puede ser muy íntimo y personal. Para muchas personas puede resultar un tanto invasivo hacer planes de futuro juntos, al fin y al cabo os acabáis de conocer; otro de los temas que igual es mejor dejar para más adelante son las relaciones pasadas, seguro que la otra persona no se ha arreglado y ha quedado contigo para oírte hablar de tu ex.
A pesar de que hay ciertos temas que es mejor evitar, hay otras muchas cosas de las que se puede hablar para romper el hielo y comenzar a conocerse un poco mejor. No es necesario empezar con temas profundos, aunque lo ideal es que las conversaciones sean enriquecedoras, pero hay que empezar por algún lado y puede ser hablando de temas un tanto triviales.
Esto no quiere decir que la conversación tenga que ser la típica de ascensor, pero preguntar por su día puede ser un buen comienzo, su trabajo de ensueño o su programa o serie de televisión preferido. Encontrar intereses comunes puede aumentar el vínculo y también los temas de conversación, si ambos compartís gusto por la lectura, por el arte o pasión por viajar y descubrir nuevos lugares. Preguntar cuáles han sido sus vacaciones preferidas, o cuál es el viaje de sus sueños puede ayudarnos a conocer un poco mejor a la otra persona.
Preguntarle por su mayor logro hará que pueda presumir de éxitos sin que se sienta mal por no estar siendo humilde o pedirle que nos cuente su recuerdo más preciado nos ayudará a saber qué cosas son más importantes para la otra persona, lo que hará que conozcas un poco más sobre sus sentimientos y emociones.
Si le gusta la música, seguro que le apasiona hablar del primer concierto al que fue, y preguntarle por su comida preferida puede ayudarte a decidir dónde ir en una segunda cita. Hay muchos temas que pueden parecer superficiales a primera vista, como preguntarle por su festividad preferida, pero en realidad es una ventana que se abre para conocerla un poco mejor y descubrir cosas sobre esa persona, aprendiendo qué tenemos en común y si de verdad queremos seguir conociéndola.