Una primera cita es una primera toma de contacto, una forma de comprobar si la química que sentimos con una persona es real o nos la hemos imaginado, sobre todo cuando se trata de una quedada con alguien con quien llevamos tiempo hablando o que conocemos de vista. Si se trata de una cita a ciegas, puede que la química la haya inventado quien decidió uniros.
Lo más habitual es que en este primer encuentro no se entre en temas demasiado profundos, algo que bien puede dejarse para una segunda cita. Es el momento de conocerse, de compartir hobbies, aficiones y anécdotas, no de desvelar secretos familiares que después nos arrepintamos de contar a un casi desconocido. De saber si habrá una segunda cita.
Porque estos encuentros, sobre todo los primeros, están destinados a conocerse un poco mejor, y eso incluye saber si la persona que tenemos delante es la adecuada para seguir quedando. Es importante saber si se es compatible y también si conviene continuar poniendo expectativas e ilusiones en estos encuentro.
Puede que no te apetezca en absoluto si detectas ciertos comportamientos que te ayudan a ver que se trata de una persona machista. Detectar comportamientos machistas en la otra persona no tiene por qué hacernos cancelar una segunda cita, pero sin duda puede ayudarnos a conocer un poco más a la otra persona y lo que podemos esperar de una relación a su lado.
Darnos cuenta no siempre es sencillo, al fin y al cabo convivimos con ellos a diario y en ocasiones tendemos a excusarlos o restarles importancia. Además, durante una primera cita se suele estar nervioso, pero también feliz, por lo que en ocasiones tendemos a dejar pasar esas señales que pueden ser una alerta.
Las actitudes machistas forman parte de nuestro día a día y casi nadie está libre de tener comportamientos o hacer comentarios de este tipo, incluso quienes son conscientes de ello y luchan por reconstruirse. Estos pueden darse tanto de manera premeditada como inconsciente, y detectarlo en una primera cita ayudará a tomar las decisiones teniendo el máximo de información posible.
Hay comportamientos que son más llamativos que otros, que son los que resultan más sencillos de identificar. No obstante, si te trata como si fueran de cristal, como si tuviera que protegerte, puede que estemos ante la primera señal de machismo. No es lo mismo tratar de ser amable o cumplir con lo que se espera del otro en una primera cita (como abrir una puerta para que pases, que también se puede considerar un micromachismo), que actuar de manera paternalista, como si la mujer tuviera que ser rescatada, convirtiéndose a sí mismo en una suerte de héroe y la mujer en una damisela en apuros.
El llamado ‘mansplaining’ es otro de los signos que hacen saltar las alarmas rápidamente, tal vez porque es uno de los más frecuentes. Este concepto se usa para denominar aquellas situaciones en las que el hombre considera que tiene que explicarte algo como si no supieras de qué estás hablando, aunque este sea tu campo de trabajo o estudio.
Charlando durante la velada iréis conociendo más cosas el uno del otro y puede que descubras que se sorprende de que seas capaz de compaginar tu vida profesional con la personal. Conviene indagar más, porque esto puede esconder el pensamiento de que las mujeres tengan que priorizar la vida familiar y renunciar a crecer en el mundo laboral.
Intentar controlar las decisiones del otro es otro signo claro de machismo y puede que esto no siempre se vea en una primera cita, pero hay señales, como si se siente con derecho a opinar sobre tus decisiones vitales, espera que la mujer llegue vestida o maquillada de una determinada manera a la cita o decide por ella qué tomar.
Las palabras que se usan son también importantes, puede que no sea así, pero si alguien hace chistes sexistas, juzga el pasado sexual de las mujeres, considera que ya no hay nada por lo que las mujeres tengan que luchas porque ya existe esa igualdad o emplea el término ‘feminazi’, lo mejor es poner todos los sentidos en alerta, porque son claras señales de que a esa persona todavía le queda mucho camino por recorrer para entender en qué consiste el feminismo y la importancia que tiene.
Evidentemente, si quieres saber si alguien es machista o no, lo mejor siempre es sacar el tema directamente y preguntarle.