En una primera cita, todo el mundo trata de mostrar su mejor versión, dejar a la vista las mejores virtudes mientras intentas que los defectos tengan un menor peso. La sinceridad es clave, pero mostrarse tan vulnerable suele venir acompañado de ciertas inseguridades, siendo la más habitual la duda de si le habrás gustado a la otra persona.
Esto no siempre es sencillo de saber, porque no es lo más habitual mostrar abiertamente los sentimientos durante esa primera cita, por lo menos no los que pueden mostrar unas emociones que no sabemos si serán correspondidas. Por suerte, hay algunas señales que pueden ayudarnos a saber si esa persona ha sentido ese vínculo especial con nosotros.
Si es correspondido, si ambas personas sienten esa conexión especial tras la primera cita, está claro que lo mejor será ponerse manos a la obra para organizar un segundo encuentro. Por supuesto, si notamos que la otra persona puede estar más interesada en nosotros que nosotros en ella, puede que sea el momento de mostrarnos sinceros y dejar claras nuestras intenciones, evitando así que ponga más ilusiones en una relación que no sentimos que pueda salir adelante.
Hay señales que son más sencillas de identificar que otras, pero a todas conviene estar atento, pues no todas las personas expresan sus emociones de la misma manera, ni todas las citas acaban igual. Hay ocasiones en las que no hay duda de que ambas personas quieren tener una segunda cita, por ejemplo, cuando antes de que se termine la primera ya se están haciendo planes para un nuevo encuentro. En esos casos parece evidente que las cosas han ido bien y ambas partes están interesadas en volver a verse.
También es habitual sentir que la conexión es mutua si la cita acaba con un beso o incluso llegando más lejos. Si ambas personas se sienten cómodas con la situación y la oportunidad surge, nada mejor que dejarse llevar y demostrarse que todo ha salido como se esperaba. Por supuesto, en el segundo de los casos, si la cita ha terminado en la cama, conviene que ambas personas estén en la ‘misma página’, es decir, saber si se trata de un encuentro casual o del principio de algo más.
Hay otras señales que son menos evidentes, pero que se van dando a lo largo de la cita. Por ejemplo, si la conversación ha sido fluida y no ha habido silencios incómodos, siempre habéis encontrado cosas que contaros o anécdotas que compartir, eso será una señal estupenda, porque indica que, más allá de la primera impresión o de la atracción física, entre vosotros puede haber una conexión mayor.
Si además en los días siguientes esa conversación se mantiene, continuando algunos de los temas tratados durante el encuentro o surgiendo nuevos, no hay duda de que las cosas marcharon a las mil maravillas, porque entre vosotros hay muchas cosas que contaros. Mantener el contacto, vía mensajes o llamadas, demuestra que sigue habiendo ese interés por continuar conociéndose.
Algo similar sucede si, a lo largo de la cita, la risa ha sido una constante. Encontrar alguien con un sentido del humor similar o con quien se pueda bromear libremente sin sentirse cuestionado no siempre es sencillo, además hace que el ambiente sea más relajado, por lo que encontrar a alguien que te haga reír y a quien puedas hacer reír de vuelta es una estupenda señal de que las cosas han ido bien para ambos.
No podemos dejar de señalar las miradas cargadas de intención, los sonrojos que no se pueden evitar durante la cita, el contacto físico sutil (y consentido) que ha tenido lugar durante el encuentro… todo ello son señales de que la conexión es mutua y apuntan a la posibilidad de una nueva cita. También si el tiempo ha pasado volando para ambos, sin apenas daros cuenta de que es el momento de irse a casa y ninguno quiere que se acabe.
Señales, algunas más sutiles que otras, que nos hacen darnos cuenta de que la cita ha salido bien, que la conexión que hemos sentido es correspondida y que podemos empezar a planear una segunda cita. Por supuesto, si quieres saberlo a ciencia cierta, lo mejor es preguntar directamente a la otra persona si le apetece quedar de nuevo.