La diferencia entre una primera cita de lujo y un fracaso absoluto puede estar en nuestra mano. Es cierto que hay cosas que no podemos controlar, como la química o la conexión con la otra persona, lo cómodos que nos sintamos al compartir o la forma de ser de nuestra cita, pero sí que es verdad que podemos poner todo de nuestra parte para que las cosas salgan bien.
Hay muchas formas de meter la pata sin querer en ese primer encuentro pactado, pero también hay muchas otras de que todo salga bien, potenciando lo bueno y haciendo que la situación sea confortable para ambos. Conseguirlo no siempre es fácil, por eso hay algunos consejos que conviene tener en cuenta, sobre todo si queremos que esa primera cita sea un éxito.
Tendemos a centrarnos en lo malo, en las cosas que no hay que hacer durante las primeras citas, pero no siempre sabemos qué tips podemos seguir para lograr que funcione. Conocer las cosas que están mal es un primer paso, pero saber qué podemos hacer es sin duda una ayuda mucho mayor para muchas personas.
Consejos clave para una primera cita
Que una cita resulte un éxito no siempre está en nuestra mano, pero sí que hay algunos consejos que podemos seguir para sentirnos más seguros y, por tanto, hacer que la otra persona pueda conocernos mejor, logrando que ese primer encuentro se convierta en una gran experiencia para ambos.
Las primeras citas suelen provocar muchos nervios y despertar ciertas inseguridades, porque supone conocer a una persona que nos interesa y a la que queremos gustar. Por eso tendemos a cometer algunos errores, como tratar de ocultar ciertas cosas o mostrar solo la parte de nosotros que creemos que le puede gustar a la otra persona. Teniendo en cuenta ciertos consejos podemos dejar ver nuestra mejor versión y salir victoriosos de ese encuentro.
Escoge un buen lugar. Es importante sentirse cómodo, por lo que si eres tú quien escoge el lugar para quedar, nada mejor que seleccionar un rincón en el que ambos os podáis sentir a gusto. Escoger un plan con el que podáis sentiros confortables hará que parte de las tensiones de ese primer encuentro desaparezcan.
Mira a los ojos. Esto no quiere decir que no puedas mirar a otro lugar que no sean los ojos de tu cita, o que tengas que mirarle fijamente, nada más lejos de la realidad, pero el contacto visual es importante, indica seguridad en uno mismo y también interés en lo que nos están contacto.
No muestres tus defectos… pero tampoco los escondas. Intentar mostrar una versión de nosotros mismos sin defectos no es una buena idea, además de que es una estrategia que no funciona a largo plazo, no todo el mundo considera defectos las mismas cosas. Es importante mostrarse tal y como es uno, aunque tampoco hace falta presumir de nuestros puntos débiles.
La conversación. Mantener una conversación fluida, sin silencios incómodos es muy buena señal, pero no siempre es fácil que esto suceda. En ocasiones los nervios pueden jugarnos una mala pasada, por lo que podemos llevar algunas preguntas preparadas, que nos ayuden a romper el hielo y conocernos mejor.
Lenguaje corporal. Esta es una forma de comunicar de la que no siempre somos conscientes, pero resulta vital cuando queremos transmitir el mensaje de que estamos confortables con alguien. Algunos gestos pueden mostrar rasgos de nosotros que queremos mejorar, por lo que es buena idea aprender a distinguirlos para evitarlos.
No hables demasiado de tus ex. A nadie le gusta que su cita hable constantemente de relaciones pasadas, por lo que tampoco conviene que lo hagas tú. Esto no quiere decir que tengamos que ignorar nuestro pasado por completo, pero conviene sacar el tema solo si la conversación lo pide.
Evita mirar el móvil. Cada vez es más habitual que miremos el móvil como un gesto nervioso más que en busca de información, este tic se ha convertido en una costumbre que conviene evitar en una cita, sobre todo si es la primera. Da sensación de desinterés y podríamos mandar el mensaje de que no nos importa lo que la otra persona tiene que contarnos o incluso de que se nos está haciendo largo el encuentro.
Ten en cuenta experiencias pasadas. Las primeras citas no siempre son sencillas, pero si ya has tenido varias, seguro que puedes analizar si has cometido algún error concreto y cómo puedes evitarlo la próxima vez. Aprender de los errores es una gran forma de mejorar.
Sé tú mismo. Esto es esencial, porque por mucho que busquemos gustar a la otra persona, ocultar nuestra forma de ser nunca sale bien. Muéstrate tal y como eres, con sinceridad y sin mentiras. Si la cita es un éxito, sabrás que es porque le gustas tú y no una versión modificada de ti mismo.