Hay ciertas cosas que conviene planificar antes de una primera cita, dónde va a ser, qué podemos hacer, qué ropa llevaremos para causar una buena impresión mientras nos sentimos seguros de nosotros mismos… Otras a las que tendremos que enfrentarnos sobre la marcha, como los temas de conversación que van surgiendo y aquellos que queremos abordar.
Una vez pasado y superado todo esto, su la cita ha sido un éxito, toca enfrentarse al siguiente paso, el contacto posterior. Porque si queremos que la relación salga adelante, es importante mantener el contacto con la otra persona, organizar una nueva cita, continuar charlando, quedando y conociéndose, pero esto puede generar ciertas dudas. ¿Cuándo tengo que escribirle? ¿Qué se considera demasiado pronto? ¿Habré esperado demasiado?
Dudas que no son sencillas de solventar por muchos motivos, siendo el principal que el amor no es una ciencia exacta, por lo que no hay una norma que pueda asegurarnos el éxito. Cada persona es diferente, tiene sus tiempos y su forma de hacer las cosas, lo que para algunos puede ser demasiado pronto, hay otros que no lo verán así, por eso conviene analizar cada situación de manera individual y tomar la decisión con la que más confortables nos sintamos.
No es sencillo saber cuál es el mejor momento para volver a escribir a alguien con quien acabamos de tener una primera cita, a pesar de que en series y películas se hayan encargado de asegurarnos de que tres días es el tiempo adecuado que hay que esperar para no parecer ni demasiado ansioso ni desinteresado en seguir conociendo a la otra persona, este sería el término medio. Sin embargo, la vida real es muy diferente de la ficción y esta norma no tiene por qué marcar nuestro camino.
Así, parece que lo más indicado es hacer aquello con lo que nos sintamos confortables o, como se suele decir, lo mejor es hacer ‘lo que nos pide el cuerpo’, actuando como lo haríamos normalmente, sin darle demasiadas vueltas y tampoco demasiada importancia. De hecho, los expertos consultados por la revista Best Life aseguran esto mismo, aunque establecen algunos plazos en función de cómo nos hayamos sentido durante la cita.
Por ejemplo, si consideramos que ha sido todo un éxito y sentimos que es recíproco, escribirle a la otra persona pocas horas después de la cita podría ser lo mejor, mandar ese mensaje pocas horas después de verse tendría sentido, pues demuestra que seguimos pensando en esa persona incluso si la cita ha terminado. Es también una manera de asegurar a la otra persona que sentimos que todo ha salido bien y estamos interesados, incluso puede considerarse un gesto de cortesía, demostrando que apreciamos el tiempo pasado juntos.
No todo el mundo está dispuesto a lanzarse a la piscina tan pronto, hay quien prefiere ser un poco más cauteloso, sobre todo cuando no tenemos claro qué opina la otra persona. En este caso, dejar pasar un día antes de escribir de nuevo también podría considerarse lo adecuado, esto hará que ambos puedan reflexionar sobre el encuentro y lo que se espera a partir de esa primera cita.
Este periodo de reflexión plantea una nueva cuestión, pues podríamos esperar demasiado tiempo. ¿Existe esa posibilidad? ¿Cuánto tiempo es demasiado tiempo? Lo cierto es que se podría considerar que hemos dejado pasar demasiado tiempo si este excede las 48 horas, por lo menos si tenemos intención de volver a quedar con esa persona. Es importante mostrar interés en la persona que nos interesa, porque no sería raro que, si se encuentra en una búsqueda activa de amor, pase página ante alguien que no parece interesado.
Una vez aclarado esto, surgen de nuevo cuestiones a aclarar, como la de qué podemos incluir en nuestro mensaje. Confirmarle a la otra persona que lo hemos pasado bien, que el tiempo pasado juntos ha sido agradable, es una bonita forma de mantener el contacto, también ofrece la posibilidad de abrir una puerta a un nuevo encuentro con un sencillo ‘deberíamos repetir’.
Si sientes que ese mensaje es un poco impersonal, siempre puedes incluir alguna referencia al tiempo pasado juntos, a alguno de los temas discutidos durante la cita o incluso alguna broma interna generada en ese tiempo. Si queremos que la conversación continúe fluyendo, mostrar interés en sus inquietudes y hobbies puede ser clave.
En general, los expertos parecen tener claro que no existe una forma de acertar, pero que si existe interés, lo mejor es demostrarlo, agradeciendo el tiempo pasado juntos o mostrando lo agradable que ha sido para nosotros sin preocuparnos de esperar ese tiempo de cortesía que no siempre se necesita. En una época en la que las personas buscan la gratificación instantánea, en la que si parpadeas te lo pierdes, lo mejor es ir de frente y hacer saber a la otra persona que tenemos interés en vernos de nuevo.