La gente piensa que Roberto chilla demasiado, pero la realidad es que tiene un cáncer en el oído, le han operado 9 veces y la décima “viene en camino”. Es camionero, pero su gran pasión es el billar y es jugador profesional. También hace monólogos y canta por Joselito. Carlos Sobera no podía creérselo y le ha pedido que se lo demostrara. El soltero tiene la voz muy fina debido a su sordera que le viene desde pequeñito. En el amor se considera un desastre, ha tenido tres matrimonios y una pareja seria. Tiene cuatro hijos, pero asegura que es un desastre “siempre he pensado de mí y he dejado de lado a mi pareja. Las parejas hay que quererlas, respetaras y atenderlas, y yo no he sabido”. Le gustaría que su cita fuera una chica alegre como él.
Inma, su cita, es una apasionada de Kurt Cobain y fan de Nirvana “depresiva cuando murió”. Se considera rancia, pero hay gente que la ve graciosa por su forma de explicar las cosas. Al verla, Roberto ha pensado que era una chica muy mona. Ella vive en Barcelona y es quiromasajista, su cita le ha dicho que él había repartido mucho por la ciudad, pero que vivía en Rubí.
La cita ha comenzado hablando de la situación personal de Roberto y le ha contado que debido a una depresión había perdido el trabajo el club de billar de regentaba desde tres días antes de la pandemia. El soltero está en un proceso de cambio e Inma le ha animado a seguir adelante porque ella también es muy adicta al trabajo y entiende cómo se ha sentido. De hecho, él le ha dicho que si iría a visitarle a su pueblo y ella le ha dicho que suele necesitar dos o tres meses de antelación, de lo llena que tiene la agenda del trabajo.
La soltera ha querido saber qué buscaba su cita y él, le ha dicho que necesitaba a alguien que le fuera divertido porque él lo era mucho. Inma le ha confesado que ella era un poco vergonzosa para esas cosas y que los monólogos no le gustaban nada. Han compartido alguna afición, pero ella le ha advertido que era muy patosa y que siempre se solía caer en la montaña. Incluso, le ha contado que el verano pasado había aterrizado en la arena de la playa, pero Roberto le ha sacado el lado divertido “grabamos un TikTok y lo subimos”.
Inma no ha tenido hijos, pero no le ha asustado que Roberto tuviera cuatro de tres matrimonios diferentes. Ella no ha tenido relaciones de convivencia “cuando me quiso meter la televisión en casa salí corriendo". Él ha querido saber si a ella le gustaba el sexo y la soltera ha sido muy esquiva “depende de con quién y cuándo”. A Roberto le gusta mucho “aunque tenga 50 años no soy tonto, aquí hay que encerrar la nutria, meter merengue, merengue, mandanga, mandanga, lo que haga falta”.
Roberto estaba encantado con Inma y antes de llegar a la decisión final ya le ha dejado claro que no le importaría volver a tener una cita con ella. Ella se ha mostrado prudente y le ha advertido que tenía mucho trabajo “voy a hablar con tu jefe, te voy a romper la agenda, montar un enlace sindical… Hay que bajar el ritmo, que mira yo cómo acabé”. Inma ha sentido que ella también quería repetir y que el soltero podía ser una buena motivación para romper su rutina de trabajo.