Sandra ha entrado en ‘First Dates’ con muy buena energía y no ha dudado en bromear con Matías. En el amor asegura haber tenido muchos exámenes y experiencias, pero le falta la graduación. Le gustaría que su cita fuera, sobre todo, un hombre inteligente porque después de la cama “¿De qué hablas?”. Eso sí, le encantaría que fuera tan loco y divertido como ella.
Wilson, su cita, es muy deportista y dedica 4 horitas diarias a entrenar. Al verle, Sandra ha tenido claro que le iba a cortar la barba, pero le ha visto pinta de maestro de meditación y eso le ha gustado. Esperaba que su cita fuera un tipo más alto porque siempre ha estado con tipos de su misma estatura, pero se ha querido adaptar.
Han comenzado a conocerse hablando de sus lugares de origen y Wilson se han sorprendido al saber que Sandra era de Cali porque él también es colombiano y no le notaba nada de acento de su país “te noto más acento puertorriqueño”.
Sandra ha comenzado la cena contándole que Matías le había comparado con un maestro samurái y que ella había sentido ganas de retocarle la barba. Wilson ha sonreído, pero le ha dejado clarísimo que él no se toca la barba por nadie. Ha llegado a rechazar citas porque le querían cortar la barba y a él, no le toca la barba nadie. Le ha hablado de su dieta de solo grasa y carne entre semana, una dieta cetónica que Sandra conocía. Ella le ha dicho que su dieta era comer lo que le daba la gana y que la sobraban 21 kilos. Kilos que él no ha visto por ningún sitio porque a él le gustan las mujeres rellenitas.
La soltera ha querido saber si Wilson cambiaría su lugar de residencia por amor y él, le ha dejado claro que no deja Madrid por nada del mundo. Tiene claro que si una mujer le quiere tiene que vivir con él en la capital. Estaba viendo en Sandra a la mujer perfecta, pero “estás muy lejos mujer”. Los dos estaban muy cómodos juntos y han empezado a planear como se iban a seguir viendo porque se estaban gustando mucho “yo quiero volver a verte y vamos a seguir hablando”.
En el momento de la cuenta, Wilson le ha dicho que iban a tener un problema porque a él no le gustaban las cosas a medias “o pagas tú o pago yo”. Sandra le ha dicho que ella era machista y que mejor que pagara él “es moldeable, me encanta”. Los dos estaban encantados de haberse conocido, pero Wilson no podía superar el tema de la distancia.
Ella ha simulado que le ponía una pistola en la espalda y no ha parado hasta que le ha dicho que sí tendría una segunda cita con ella. A Sandra le ha encantado Wilson y le quiere en su vida de la forma que sea, si tiene que venir ella a Madrid para tener esa segunda cita, va a venir.