Para Abraham el sexo es muy importante porque le hace sentirse más hombre. Cuando ha entrado en ‘First Dates’ y ha saludado a Carlos Sobera se ha acordado de uno de los momentos míticos del presentador “cuando le preguntó a una señora dónde estaba el punto G”. Entre sus pasiones están los karaokes y jugar al billar. No tiene muchos problemas para ligar, pero necesita sentir un flechazo.
Concha, su cita, viste muy moderna y le gustaría encontrar a una persona con la que compartir sus aficiones, sea alegre, educado y con ganas de vivir. Al ver a Sobera se ha puesto muy nerviosa “me gusta mucho” y en lugar de pedir un mojito, ha pedido un chupito “me gusta mucho, es un profesional, un artista”.
Al ver a Concha, Abraham ha visto a una señora y él lo que busca “es una chica joven”. Se le ha cambiado la cara “no es lo que yo esperaba” y ni las bromas de Sobera le han sacado una sonrisa.
Concha ha comenzado la cena contándole a Abraham que era viuda desde hace cuatro años y que no había vuelto a tener pareja. Se casó con 18 años, ha estado casada 48 años y no ha estado con más hombres que su marido. Entre sus aficiones está viajar, pasear y le gusta mucho bailar. La verdad es que no está muy abierta al amor, pero siente que se tiene que ir abriendo poco a poco para encontrar a otra persona especial.
Abraham le ha contado que le gustaba mucho el billar, el karaoke y los juegos de mesa. A ella también le gusta mucho el domino y los fines de semana juega a las cartas con sus hermanas. Abraham estaba bastante parado porque la cita no estaba resultando lo que él esperaba “esperaba a una persona más jovial, más divertida, más explosiva…”.
Concha ha querido saber si Abraham estaba jubilado y él le ha dicho que había pedido a una mujer menor de 60 “no me han hecho caso”. Igual es que él se siente demasiado joven, pero siempre le han gustado las mujeres jóvenes. Concha le ha dicho que era normal, pero en realidad, ha tenido claro que ese hombre no era para ella “los hombres así me dan asco, no asimilan la edad que tienen”.
El soltero ha tenido la sensación de que Concha sabía cocinar por su edad y ella se ha sentido ofendida “no sé ni como he aguantado”. De hecho, cuando le han preguntado qué no le había gustado de su cita, ella no ha dudado en decirle “eso de que querías a una más joven”. Concha ha sentido que ella no estaba ofendiendo a nadie.
Concha estaba indignadísima y en el momento que Abraham le ha preguntado que, si echaba más de menos la compañía o el sexo, ha tenido que morderse la lengua “es un sinvergüenza, me dice que le parezco vieja y luego me pregunta por el sexo…”. La soltera estaba deseando que terminara la cita porque no sabía cuánto tiempo iba a aguantar sin decirle cuatro cosas a su cita.
Eso sí, ha aprovechado el momento de la decisión final para decirle que no se había portado bien con ella, que era consciente de su edad y que era él, el que tenía un problema al no aceptar la suya y buscar a chicas mucho más jóvenes.