Laura ha tenido dos batallas muy duras en su vida “un día estamos y otro día ya no”. Lleva sola un año, pero sola de corazón “muchos años”. Su primer hijo tuvo meningitis con un mes de vida y fallecido con siete añitos. Ella ha padecido un cáncer de ovarios y ha vuelto a vivir dos años de lucha mucha difíciles “te hace pensar que existió la posibilidad de morir y de dejar de ver a mis hijas. Vivo el momento y quiero ser feliz”. Le gustaría que su cita fuera un tipo que como ella vea el vaso medio lleno “que sume”.
Al ver a Edu, su cita, Carlos Sobera no ha sabido si le gustaba más su gorra o su bigote. Él sí tiene claro que le gustan las mujeres “con tetas y cogerle el culo bien cogido, y ya está”. Al ver a Laura, ha visto a una mujer espectacular y le ha gustado que fuera de Lleida. Él es de Barcelona y le ha pedido que le llame Eduard. Superado un problemilla con su bigote, ha comenzado a hablarle en catalán y le ha dicho que era muy guapa, algo que a su cita no le ha gustado demasiado.
Eduard ha insistido en el tema del físico y a Laura le ha parecido bien, pero no creía que fuera el momento de empezar con tanto piropo “me agobia”. Él también ha querido saber si a él le veía guapo y si le gustaba su bigote.
El soltero ha querido saber si a Laura le gustaban los animales y le ha contado que él había tenido varios perros de raza, pero que uno de ellos se lo quitó la policía por no tenerle con papeles. A Laura le gustan mucho los animales y también tiene perro, pero no le ha gustado nada que no tuviera a los animales con todo lo que necesitaban. En el tema de los toros, Laura ha sentido que le estaba dando la razón porque a ella no le gustan nada y él le ha dicho que le gustaba “torear, pero no pinchar”.
Eduard se ha fijado en los tatuajes de su cita y Laura le ha explicado que uno era por su hijo que falleció. El soltero se ha quedado sorprendido y le ha comenzado a contar que en su familia todos habían tenido cáncer. Él se quiere hacer las pruebas y Laura ha comenzado a contarle que ella lo había padecido, pero ha tenido la sensación de que la escucha activa no era su fuerte. A la soltera le ha faltado su momento de poder explicarse y cuando él ha comenzado a decirle que, si después iban a tomar algo o que, si iba a ir a verle a Barcelona, ha preferido guardar silencio.
En el reservado, Eduard no es había dado cuenta del lenguaje no verbal de Laura y al bailar bachata ha querido tener un pequeño acercamiento. Laura le ha frenado con una sonrisa y le ha dejado claro que ella no se besaba en una primera cita. El soltero estaba convencido de que después de ‘First Dates’ iban a irse a tomar algo por ahí, pero Laura le ha dicho que le echaba para atrás y que le había faltado su tiempo para explicarse.