Un soltero no se atreve a decirle a su cita de ‘First Dates’ que no le gusta: “Del 1 al 10, te doy un 11,5”

Isaac es un tipo campechano como el rey emérito que se saltaba el protocolo cuando hacíai falta. Está muy bien para su edad e intenta mantenerse y tener un aspecto saludable. Empezó a hacer taekwondo a los 14 años y ha sido un montón de veces campeón de Cataluña, campeón de España, estuvo en los Juegos Olímpicos de Seúl. Su sueño era encontrar una mujer, tener hijos y viajar. Económicamente no le ha ido nada mal, pero en el amor no ha encontrado lo que esperaba.

Antonia, su cita, es una mujer a la que le gusta interactuar con la gente y que le cuenten sus problemas. Al ver a Isaac, ha sentido un flechazo y se ha puesto muy nerviosa. Sin embargo, el no ha sentido lo mismo “no está mal, pero no es lo mío”.

Antonia siente un flechazo por Isaac: “Es un bomboncito”

La cena de Antonia e Isaac ha comenzado hablando de edades. Ella le ha dicho que tenía 57 y él le ha respondido con un “yo, 85”. Ella ha visto a un tipo que estaba muy bien para su edad, pero Isaac, siendo sincero, le hubiera echado a ella “unos cuantos más”. El soltero le ha contado que su segunda casa era el gimnasio y que también practicaba yoga. Antonio estaba encantada y sentía que su cita era un bomboncito “me pone”.

El soltero le ha contado que trabajaba y estudiaba “estudio la forma de vivir sin trabajar”. A ambos les gusta mucho el cachondeo y tomarse la vida con humor. Él es asesor deportivo y le ha contado a Antonia que había sido maestro de taekwondo durante muchos años.

Isaac se ha interesado por la profesión de Antonia y ella le ha contado que había estado muchos años en la producción textil, pero que los últimos 10 años había estado trabajando en un supermercado y que le gustaba mucho el trabajo porque le gusta estar delante de la gente. Al soltero le ha parecido que Antonia por dentro, tenía todo lo que él estaba buscando, pero su físico no le terminaba de convencer, muy a su pesar.

A Isaac le falta valor para ser sincero con su cita

Antes de cerrar la cena con un chupito, Antonia le ha dicho a Isaac que le había gustado desde que le había visto en la barra. Él se ha sentido muy halagado, pero no ha sido sincero. Le ha dicho un montón de piropos, pero no ha sido capaz de confesarle que no le había gustado físicamente “del 1 al 10, te doy un 11,5”. Ella se ha hecho ilusión porque no sabía que a él le había faltado “un vestidito, un tipazo, un poco más arregladita”.

Antonia ha dicho que sí a tener una segunda cita, pero él le ha dicho que aunque había descubierto a una persona maravillosa y que había abierto su corazón para conocerla, no le había entrado de primeras y no había sentido lo que necesitaba para repetir.