Pepe tiene fama de redicho “puntualizo mucho en las conversaciones, son lento hablando, es marca de la casa”. Es conductor de camión y asegura que él no es cierto que todos los camioneros sean mujeriegos. Ha viajado por toda Europa, pero ahora trabaja de conductor en la Junta de Andalucía. Le gustaría que su cita de ‘First Dates’ sea una mujer femenina, con carácter, que se cuida, que no sea ordinaria y si es atractiva, mejor, que mejor. Él se define como un tipo tranquilo y capaz de desesperar a medio mundo “puedo ponerme a crecer la hierba”.
Carmen, su cita, no quiere a un caballero que le abra la puerta, quiere a un hombre natural y siente miedo a que los hombres no se muestren tal y cómo son. Al ver a Pepe ha visto a un hombre con pelo, bien vestido, un poco bajito, pero bien… “no muy bien, bien”. Él por su parte, ha sentido casi un flechazo “me ha encantado”.
Mientras esperaban la cena, Pepe le ha hecho un breve resumen de su vida pasada “he estado casado, soy divorciado, tengo una niña de 17 años, he sido siempre camionero… Ahora soy celador-conductor”. A Carmen le ha mosqueado que fuera camionero y más que hubiera dejado el camión por la sanidad “eso me ha mosqueado bastante”. Sí le ha sorprendido que tuviera solo 62 años “estás muy bien conservado”.
Pepe se gusta mucho y le ha contado a Carmen que tenía dos motos, algo que a ella le ha gustado mucho porque ha tenido novios moteros y le gusta mucho viajar. Eso sí, le ha parecido un clásico que le dijera que le gustaban mucho sus ojos porque era algo que le decía todo el mundo “me gustan los hombres más inteligentes”.
Carmen ha querido saber si a Pepe le gustaba la música y cuando le ha contado que le gustaba mucho la copla, le ha contado que ella cantaba y nos ha deleitado con el tema ‘Como una ola’ de la Más Grande.
Pepe le ha confesado que buscaba a una mujer con intereses intelectuales y que sentía que ella los tenía. Carmen es muy observadora y ha aprovechado que Pepe era muy hablador para ir sabiendo si era sincero o no. Ella es muy exigente y no quiere a un hombre de fin de semana, momento que el soltero ha aprovechado para decirle que a él le decían que era lento en todos los sentidos “es un hombre inteligente, no al 100%, pero sí”.
Carmen estaba en un cruce de caminos con Pepe y no sabía muy bien si le gustaba o no. Al saber que el queso era su perdición, Pepe le ha ofrecido llevarle un buen queso y la ha invitado a cenar. Ella no sabia si su invitación tenía segundas intenciones, pero le ha gustado. Pepe estaba encantado con ella y ha dicho que sí a una segunda y una tercera cita porque le había encantado.
La soltera le ha confesado que estaba dudosa porque le había despertado la curiosidad y le daría una segunda cita para conocerle más, pero que había cosas que la inquietaban. Ciertos temas de su pasado profesional le habían despertado desconfianza y no sabía qué hacer. Pepe le ha soltado un “el pasado no me persigue” con total tranquilidad y ha terminado de convencerla “tendría una segunda cita con Pepe”.