Manuela, May cómo le gusta que la llamen, ha entrado en ‘First Dates’ con mucha alegría y asegurando ser “muy folclórica, muy cordobesa”. Le dicen que es una mujer 4x4 y es que se atreve con todo “hago paracaidismo, soy profe de sevillanas, practico yoga, tengo el síndrome de Peter Pan, me sigo subiendo a los árboles”. Eso sí, se la ha confesado a Carlos Sobera que tiene sus tardes de sofá y que se ha visto todas las películas clásicas. De hecho, se siente identificada con la protagonista de ‘Lo que el viento se llevó”.
Juan, su cita, se jubiló un viernes y “al día siguiente sentí una pasa en mi cuerpo, me puse un chándal, salí a caminar y desde ahí, no he parado de conocer a gente y tengo una vida muy feliz”. Tras saludar a May, le ha dicho a Sobera “guay, de Paraguay” porque le habían preparado una cita con una mujer maravillosa “un pelotazo, guapísima”. A ella le ha fascinado que Juan fuera del Puerto de Santa María en Cádiz, aunque viviera en Cataluña igual que ella.
Los solteros han comenzado la cena contándose que eran “de todo un poco”, May es “divorciada, viuda y madre soltera”. Juan le ha contado que tenía 71 años y que tenía varios grupos con los que iba a bailar, hacía caminatas… May es profe de sevillanas y él no ha dudado en pedirle que le enseñara “me ha encantado, una gracia… para comérsela”. A los dos les gusta mucho viajar y el soltero le ha dicho que su último viaje fue a Marruecos en 4x4.
A May le ha gustado mucho saber que Juan no era un tipo de aquí te pillo, aquí te mato y que hasta le gustaba seducir bailando. Ha querido saber si bailaba sevillanas y él le ha dicho que las había bailado hasta en Egipto. Ella las bailó en Monserrat y ha sentido que tenían tanto en común, que se estaba asustando.
Juan no se acuerda de cuándo tuvo su última experiencia sentimental y a May le ha entrado la risa porque a ella le pasa lo mismo. La soltera tuvo una última relación de tres años que no terminó bien y tiene claro que no soporta a los hombres celosos, algo que Juan tampoco soporta.
En el reservado, Juan ha pagado la cena y se han seducido mutuamente bailando unas esplendidas sevillanas. Los dos estaban sorprendidos de haberse encontrado y han tenido claro que no se iban a dejar escapara “me habéis traído a uno que comparte todos mis gustas, no puedo decir que no”. Eso sí, él le ha advertido que tenía que tener mucho cuidado “tengo mucho peligro”.