Belén intenta hacer todo lo que le gusta y le hace feliz. Al entrar a ‘First Dates’ ha sentido que era mucho más bonito que en la tele. La soltera no se pierde un programa y cuando vio a Richard entrar en el restaurante desde su casa, se le aceleró el corazón y sintió que era un hombre que le gustaba mucho. Desde ese día sintió que tenia que conocerlo porque había sentido un flechazo por él.
Carlos Sobera la ha invitado a dejarle un mensaje al soltero porque él no sabía que venía a una cita solicitada y le ha escrito un “desde que te vi, quise conocerte”. El soltero ha entrado en ‘First Dates’ con mucha alegría y sin que nadie se lo dijera, ha cogido el posavasos que su cita había dejado para él.
Al soltero le dejaron plantado durante su primera cita en ‘First Dates’ por un malentendido y no imaginaba que alguien hubiera pedido una cita con él, pero le ha gustado mucho la idea. Al conocer a Belén, le ha dicho que era muy bonito lo que había hecho y ella le ha confesado que estaba cerrada al amor, pero cuando le vio en televisión sintió “un flechazo televisivo” y sintió que tenía que seguir a su corazón.
Ricard le ha contado que estaba divorciado, que tenía dos hijos y que no trabajaba porque tenía una minusvalía por un accidente de tráfico. Le ha recordado que vivía en un barco y que llevaba 38 tornillos en la cara. A Belén no le ha importado porque ella tampoco trabaja y el ha soltado un “tú te podrías llamar “yo, robot” y él le ha respondido con otra broma “el día que me muera no me incinerarán, me fundirán… En este ojo no tengo lagrimal, solo lloro por un ojo”.
A Belén le ha encantado que los dos tuvieran un sentido del humor parecido y le ha contado que ella tampoco trabajaba porque tenía una minusvalía total por un problema en el corazón y fatiga crónica. Le costó un montón cambiar su estilo de vida, pero le gustó de Ricard que, igual que ella se hace grande ante las adversidades de la vida y que ante un problema, buscan una solución y empiezan de cero.
El soltero le ha contado que en su barco siempre tenía algo que hacer y que no hacía planes, tenía libertad total y cada día se dejaba llevar, y disfrutaba del plan. A Belén le ha encantado y no se esperaba que incluso, le invitara a navegar con él hasta Sicilia “tengo allí un amigo”. Belén no sabía si era por el vino o por el ambiente, pero estaba “ardiendo de aquí para arriba” y Ricard ha aprovechado para decirle que él era muy caliente.
Belén estaba encantada con la cita y le ha reconocido que le gustaba su cara, sus ojos, su mirada de pillo y que no se equivocó cuando le vio por la tele. Él había dejado de creer en los flechazos, pero al ver a Belén ha vuelto a creer en ellos. En el fotomatón, les ha tocado besarse como si fuera a acabar el mundo y Ricard le ha enseñado a hacerlo.
Ricard ha cumplido con creces las expectativas de la soltera y ella ha tenido claro que quería conocerle mucho mejor. Él también ha sentido algo especial por ella y se han ido directos a que Belén conociera su barco.