Antonio es un picaflor y nos ha confesado que antes de venir a ‘First Dates’, “he tenido que hacer el amor”. Se define como un tipo muy divertido, hace mucho deporte y está muy feliz, muy lleno de vida y tiene “mucha ilusión de seguir viviendo”. En el amor le ha ido muy bien “no he perdido baza”. Le ha contado a Laura Boado que tenía casi un harén de mujeres esperándole y los camareros han alucinado. El soltero asegura tener un montón de amigas “todas más jóvenes que mi hija” y Matías y Laura han querido saber qué estaba buscando entonces en su cita, algo que él ha tenido muy clara “la verdadera, la indicada”.
El soltero está con cinco mujeres a la vez, pero si encuentra pareja hará todo lo posible para dejar a las otras y centrarse en una sola mujer. Espera que su cita sea una mujer alegre, divertida, sonriente y llena de ilusión “como la que tengo yo”.
Luisa, su cita, es una persona muy comprensiva que se adapta a todo y no suele tener ningún conflicto con nadie. Es una mujer muy coqueta a la que le gusta arreglarse y que no sale a la calle sin pintarse la raya del ojo y los labios. Al verla, Antonio ha suspirado y le ha confesado que le había llenado de más vida de la que tiene “me gusta toda ella”.
Antonio le ha contado que venía de Benidorm, pero que era segoviano. Luisa es de un pueblecito de Toledo y al saberlo, el soltero le ha contado que él se casó en Toledo. A Luisa le ha parecido un poco bajito para su gusto, pero han brindado y han comenzado la cita con ganas.
El soltero ha sacado todas sus armas de seducción y se ha interesado por su vida amorosa. Luisa le ha contado que hacía 9 años que estaba divorciada, que tenía 73 años y que también hacía mucha energía. El soltero le ha confesado que estaba hecho un toro gracias al deporte y la alimentación “ajo, limón, cebolla y hueso de aguacate”. De hecho, le ha contado que el hueso del aguacate tenía varios usos “lo hago en infusión y lo que no pasa al líquido, lo guardo en un tarrito y cuando me duelen las rodillas, me lo echo”. Luisa ha alucinado porque nunca lo había escuchado.
Luisa ha estado 40 años con su exmarido y desde que se ha separado no ha estado con nadie, todo lo contrario, a Antonio quién le ha confesado que él ha estado “con todo el mundo”. Es un zascandil y Luisa ha entendido que era normal que disfrutara de la vida “lo que no es normal es lo mío”. Antonio estaba encantado con Luisa y no ha dudado en ofrecerle que se fuera a pasar unos días a Benidorm, algo que a ella le ha dejado un poco parada “creo que le ha gustado mucho”.
En el reservado, ha comenzado a sonar un bolero y Luisa ha sentido que no iba a saber bailarlo, pero Antonio se ha puesto manos a la obra para enseñarle todos los pasos. A la soltera le gusta bailar a su aire y ha sentido que Antonio se le pegaba demasiado. Él iba muy lanzado, pero ella le ha dejado claro que la cosa iba un poco rápido. Los dos han dicho que sí a una segunda cita y han continuado el encuentro echándose unos bailes “estupendo, así nos conocemos mejor”.