María y Cristina son madre e hija, y dos mujeres muy modernas. Han venido juntas a ‘First Dates’ para vivir una nueva experiencia y porque suelen opinar siempre la una de la otra “hablamos de todo, de relaciones sexuales, de todo”. Carlos Sobera se ha sorprendido con su nivel de confianza y María, la madre, le ha contado que ella es muy moderna y que le pregunta si “la tiene pequeña o la tiene grande, a mí me gusta una buena verga, para una cosita así, me cojo a mi Manolito”.
Respecto a lo que esperaban de su cita, Cristina le ha dicho al presentador que no quería a un tipo con dentadura “si me da un beso y se le cae, imagínate, qué asquito”. El sueño de María es tener una casa en la playa y compartir su vida con un hombre, pero de momento, se conforma con el Manolito que le regaló su hija “ese no habla, no dice nada, lo pones a cargar y listo, siempre está dispuesto”.
Según su madre, a Cristina le gustan los chicos altos, morenitos, simpáticos y que tengan su dinerito porque ellas no están para mantener a nadie. También la importa el tamaño “una berenjenita, un pepinillo, no quiero”. María se imagina a su hija con un bombero “que la empotre bien, que esté cuadrado, que esté buenorro”. Carlos Sobera ha acompañado a Cristina a la mesa y ha dejado a su madre en la barra para que recibiera a su cita.
Alejandro, la cita de Cristina, sueña con ser Guardia Civil porque su padre lo es y siempre le ha llamado la atención. Se considera un poquito tímido y no ha reaccionado al ver a María en la barra. Ella no le ha dejado tiempo de ponerse nervioso y ha comenzado a preguntarle un montón de preguntas. Al saber que las chicas le gustaban rubias, le ha soltado un “entonces, te gusto yo, ¿no?” y él la ha cortado con un “eso luego no tiene nada que ver”. Estaba viendo a una mujer muy mayor para él, pero se ha mostrado muy educado y le ha contado que era romántico.
María ha visto a un chico muy tímido y ha tenido la sensación de que no era el chico que necesitaba su chica “tiene que ser más cañero”. María estaba muy lanzada y le ha llegado a preguntar hasta cómo era en el tema sexual, pero Alejandro le ha dicho que esas cosas no le gustaba hablarlas tan rápido y ha cortado la conversación. El soltero ha sentido que María era la madre de su cita y aunque ella le ha dicho que no, ha acertado.