Víctor Hugo se ha presentado en ‘First Dates’ como un tipo “sociable, extrovertido, agradable y creo que buena persona”. Trabaja en el aeropuerto y anteriormente estuvo trabajando en el montaje de escenarios. Tiene un punto artístico y fue rockero “tocaba la batería en una banda que se llamaba ‘Los chicos del cuero’, un rollo bizarro, hard rock... Todo lo contrario que yo vivo ahora”. Carlos Sobera ha querido saber cuál era su tipo ideal de mujer para saber cómo tenía que ser su cita y él le ha dicho que simplemente le tenía que atraer porque el físico no era demasiado importante.
Raquel, su cita, es una persona extrovertida y con mucho carácter. Antes ligaba mucho más “estoy perdiendo mi flow”. Se ha sorprendido al ver que Víctor Hugo bebía agua y él, le ha dicho que el tiempo del rock había quedado atrás y que ahora intentaba cuidarse. Ella le ha confesado que no era mucho de deporte, pero que hacía un mes que había empezado a ir al gimnasio y que le estaba gustando.
La cena ha comenzado hablando de lo mucho que les gustaba estar en casa a los dos y cómo había dejado atrás sus años de salir de fiesta. El soltero ha insistido en el tema del deporte y Raquel le ha dicho que no hacía nada más, pero que le gustaba mucho bailar salsa y ritmos latinos, algo que él odia profundamente.
Víctor Hugo es más de heavy metal y ella le ha dicho que un poco le podía gustar, pero que no era un tema que le apasionara. De hecho, él se ha puesto a decirle nombres de bandas heavies y la joven ha sentido un “¿qué narices me está contando?”.
Raquel le ha contado que en una relación buscaba un poco todo porque sentía que en una pareja se puede encontrar la felicidad completa, pero que lo veía algo muy complicado y que llevaba 15 años soltera. Él se ha asustado un poco al saber que llevaba tanto tiempo soltera y ella le ha puntualizado que era muy exigente “necesito algo que me llene”. Reflexión con la que Víctor Hugo ha tenido la sensación de que no le había gustado.
Víctor Hugo ha querido saber cómo se sentía su cita y ella le ha dicho que la vida le estaba tratando bien, que estaba muy contenta con su vida, su trabajo, sus amigos… “pero todo se puede mejorar”. Al soltero le estaba faltando atracción sexual y a ella le ha pasado lo mismo “me cae bien, me parece buena persona, pero no ha gustado”.
En el momento de la decisión final, le ha tocado responder a él primero y le ha dicho que era una persona admirable, pero “Llámame tonto, pero no tendría una segunda cita contigo porque no he sentido ese feeling”. Él ha intentado justificar su respuesta, pero ella le ha frenado porque le veía sufrir y a ella le había pasado lo mismo “hemos estado a gusto, pero no ha existido el feeling”.