La hija de una soltera le saca los colores en mitad de su cita en ‘First Dates’: “Me lo has enseñado tú”

Marco está “cómo una chiva”, pero solo en ciertos momentos “solo cuando fluye el dragón”, en otros momentos es una persona muy coherente. “Estoy perdido en el verde”, le ha dicho a Laura Boado cuando le ha preguntado por su profesión. Antes era monitor medioambiental, pero ahora se dedica a cuidar jardines “los árboles no chillan”.

Le encanta la naturaleza y todo tipo de deportes al aire libre. Le gustaría que su cita fuera una chica sexy, sensual, con curvitas, pero también que tenga con ella algún tipo de afinidad. Le gusta tomarse una cervecita, pero él es más de campo. Eso sí, no quiere engañar a nadie y nos ha contado que por la noche emana el dragón y si le tocan los palillos, él baila.

Marco alucina al saber que su cita tiene cuatro hijos

Vilma, su cita, es camarera de piso, pero ha sido peluquera durante más de 20 años. Es una excelente mamá y lo son todo para ella. Es una mujer muy casera y le encanta estar en casa. Al verla, Marco Antonio se ha quedado impactado y ella se ha fijado en lo cuidado que tenía el cabello. La casualidad ha querido que Vilma le contara que su hijo más pequeño también se llamaba Marcos, pero él se ha quedado mudo al saber que tenía cuatro hijos. Eso sí, estaba encantado con ella “habéis dado en la tecla”.

La cena ha comenzado con un intercambio de piropos y hablando de sus edades. Marco le ha dicho que él estaba a punto de cumplir los 50 y ella le ha confesado que tenía 48. Él le ha dicho que estaba más “cafretá que los tornillos de un submarino”. A Marco le estaba gustando mucho su acento brasileño y ella también ha sentido que era un tipo muy flamenco. Él no ha dejado de piropearla y Vilma esta encantada “no te prometo la luna, pero sí subir a una montaña alta para que estés muy cerquita suya”.

Vilma calienta la cita al saber las aficiones de su cita: “Pensaba que era echar un polvo”

Vilma ha querido saber si Marco cantaba y le ha pedido que fuera ensayando una cancioncita para ella “a mí me gusta la serenata”. Él estaba encantado con su sonrisa y sus ojos, y ella le ha dicho que no todo el mundo conseguía sacarle una sonrisa. El soltero le ha dicho que disfrutaba igual del sofá de su casa que de echar una caminata por el monte y Vilma se ha quedado un poco parada “pensaba que ibas a decir ‘echar un polvo’”. Ella hace mucho que no tiene sexo y quiere que el día que lo tenga duré mucho tiempo.

La cita se ha ido calentando por momentos y él le ha confesado que era picantón. A Vilma le ha entrado ganas de quitarle toda la ropa y le ha dicho que a ella le gustaba “el cuero, me gusta un látigo”.

Vilma se ha marchado al baño para contarle a su hija que estaba muy nerviosa porque el chico le estaba gustando y su hija le ha animado a que disfrutara de sus horas en Madrid. La soltera le ha dicho que ella era muy mayor para irse corriendo a un hotel, pero su hija ha insistido e incluso, se ha interesado por el tamaño del paquete de su cita.

Vilma toma nota de las sugerencias de su hija y comprueba el tamaño del paquete de su cita

Entre risas, la soltera le ha dicho que no había tenido tiempo de fijarse, pero su hija le ha dado las instrucciones precisas para que comprobara si la iba a hacer feliz o no “Mirare la nariz, las manos y pregúntale cuánto calza. Es muy importante para que te mantenga feliz”. Vilma se ha hecho la sorprendida, pero su hija le ha sacado los colores “esas cosas me las enseñaste tú”. Cuando ha regresado a la mesa, Marco se ha levantado para colocarle la silla y ella ha aprovechado para mirarle el paquete, y ha superado la prueba “tiene paquete”.

En el reservado, ha comenzado a sonar samba y Marco le ha demostrado que no se le daba nada mal mover la cadera. En el momento que ella ha comenzado a bailar, Marco se ha vuelto loquito y es que le estaba gustando todo de ella “Está atracativa, está potente”. Los dos estaban deseando continuar la cita fuera de ‘First Dates’ y que se habían gustado, y habían sentido el chispazo al juntar sus labios.