La gente le dice a Enrique que tiene mucha suerte porque tiene mucho dinero, pero él tiene claro que es “muy buena persona, un gran amigo y el mejor hijo que madre parió”. Es cubano y es realizador de televisión. Se quedó viudo hace 5 años después de 18 años de relación, pero ha decidido que en 2024 se termina su duelo porque así lo hubiera querido también su pareja. Le gustaría que su cita en ‘First Dates’ fuera un tipo inteligente “me da igual que sea feo, cojo o que le falte un diente, pero inteligente”.
Es un tipo muy tranquilo “aburrido”, le gusta la música clásica y pasa mucho tiempo en casa leyendo. Se considera un tipo muy intenso y siente que es muy difícil encontrar a alguien que le siga la corriente.
Raúl, su cita, ha estudiado danza clásica y contemporánea. Es de Gran Canaria y siente que vive en un lugar maravilloso. Al verle, Enrique ha visto a un tipo que le gustaba “es feo y yo soy lindo”. No ha dudado en decirle que era muy lindo y ha comenzado la cita con mucha intensidad. Raúl ha querido saber de dónde era y Enrique le ha contado que era de La Habana, pero que vivía entre Paris y Tarragona.
Enrique no ha esperado a que la cita fuera bien o mal y le ha pedido a Raúl que aceptara un regalo que le había traído “me vas a decir que sí”. El soltero se ha quedado un poco sorprendido al ver que le ponían un anillo en el dedo y le decían “luego me vas a decir ‘¿El anillo pa´cuando?’.
Raúl estaba encantado con su anillo, pero Enrique le ha dicho que no le gustaban sus uñas. El soltero se había puesto de los nervios y se había comido todas las uñas. Le ha contado que era canario y a Enrique le ha gustado mucho porque eran muy parecidos a los cubanos. Raúl no se ha cortado y le ha dicho que le estaba gustando mucho “tienes que tener una lengua más larga que esto” y Enrique le ha advertido que como siguieran así dejaban la cena y se salían fuera a otros menesteres.
Al realizador le ha parecido interesantísimo que Raúl hubiera sido bailarín y director de compañías de ballet, hubiera vivido en Madrid, Nueva York y Alemania. Le ha contado que había estado en Cuba tres veces y Enrique ha querido saber si había follado con un cubano. Algo que Raúl ha respondido afirmativamente “con un tocayo mío”, lo único que no le ha confirmado si era más o menos guapo que él.
Enrique le ha dicho a Raúl que tenía que haber sido muy guapo porque lo seguía siendo. Aunque asegura ser un tipo muy pudoroso, ha mantenido la tensión sexual de la cita todo el tiempo en alto y le ha propuesto a su cita que le dijera que sí “yo hace cinco años que no follo”. Raúl no tanto, pero sí le ha dejado claro que no se va con cualquiera y que para que se le levante necesita un poquito de ayuda, ya es más de besos y abrazos que de un aquí te pillo, aquí te mato.
Al soltero le estaba excitando mucho la voz de Raúl y este le ha contado que le habían operado dos veces, pero que lo primero que hacía era volver a fumar, los dos tienen mucho vicio. En el reservado, los solteros no han tenido que abrir las bolas para comenzar a besarse con toda la pasión del mundo. Tanta, que el propio Enrique ha exclamado eso de “yo me calmo, tú te calmas, nosotros nos calmamos”.
En el momento de la decisión final, los solteros se han mostrado su alegría por el rato que habían pasado y cuando Raúl ha escuchado a Enrique decir cosas bonitas de él y que le daba igual lo que dijeran los pajaritos, que ellos se iban a tomar una copa juntos, se ha emocionado. Enrique no podía creer que su cita fuera un tipo tan sensible, pero le ha encantado. Él tiene claro que ha sido tan maltratado en esta vida, que ya no espera nada de nadie, pero ha sentido que “si vuelvo a tener una cita contigo, voy a ser feliz”.