Kevin es otaku y tiene claro que eso es una forma de vida “todo está relacionado con ello”. Carlos Sobera se ha fijado en su color de pelo y su peinado, pero él no sabía cómo definirlo. Le ha contado que era otaku, pero que no tenía nada que ver con las creencias que se tenían sobre la gente de su comunidad. Le gustaría conocer a alguien en su cita en ‘First Dates’ con la que pasárselo bien “puede ser un adonis, o no serlo y que a mí me guste”. Aunque cada vez hay más otakus en nuestro país, no le resulta fácil encontrarlos.
Leo, su cita, se considera friki y está muy orgulloso de serlo. Le ha confesado a Carlos Sobera que era un friki del anime y un flipado de los videojuegos, pero que también le gustaba hacer deporte “todo suma”. Al verle, Kevin ha exclamado un “Sí, me gusta”, pero él ha flipado al saber que Kevin era de Barcelona porque él es de Málaga.
Superado el susto inicial, Leo se ha fijado en los tatuajes de Kevin y ha visto que les gustaban las mismas cosas y que encima, los dos jugaban al vóley. A Leo le ha gustado el físico y el pelo de Kevin, pero no le ha cuadrado su altura.
Los jóvenes han comenzado la cita bastante relajados y Kevin se ha dado cuenta de que su cita tenía tatuada la sombra tenebrosa. Él le ha contado que le gustaba mucho Harry Potter, pero no han coincidido en su casa favorita. Leo le ha preguntado por el tema videojuegos, y él le ha dicho que era muy lento “sigo jugando a la 3DS”. Kevin consiguió salir de jugar al LoL y ha sacado un poco la red flag porque Leo sigue jugando y tiene claro que su pareja tiene que jugar al LoL.
Leo le ha contado que estudiaba Traducción e interpretación de Lengua de Signos y que trabajaba ayudando a personas dependientes “acompañar a personas sordas al médico, a la policía…”. Kevin ha querido saber si la lengua de signos cambiaba según el idioma y él le ha dicho que algo cambiaba. Los dos han tenido la sensación de que debería enseñarse en el colegio para poder incluir a las personas en la sociedad.
En el amor, Leo le ha confesado que era bisexual al contarle que había estado tres años con una chica y otros tres años con un chico. A Kevin le ha encantado porque él también lo es y no es fácil encontrar a alguien que lo entienda, y ha querido saber en qué se fijaba Leo de los chicos.
Leo y Kevin estaban muy cómodos juntos, pero la distancia era un tema que les preocupaba a ambos. Los dos han tenido claro que necesitaban conocerse un poquito mejor para saber si era un inconveniente salvable, pero también que les habían quedado muchas preguntas pendientes y eran muchas las ganas de seguirse descubriendo.
Los dos gatos de Leo también podrían ser un problema “soy alérgico”, pero el joven tiene solución “tengo antihistamínicos en casa”.