A Leticia la gente le dice que tiene voz de pija y no saber por qué porque ella más bien es “Hippie pija”. Tras contarle a Carlos Sobera por qué no había tenido suerte en el amor y decirle como le gustaban los chicos, le ha dejado claro que a ella los vampiros no le gustaban “llevo una cruz en el cuello”, pero el ha parecido sexy que su cita viniera de Transilvania.
Alexandru, Álex, su cita, se ha presentado como un tipo recién llegado de Transilvania y un poco “Drácula, me gusta el sabor a sangre”, pero más bien un Drácula justiciero. Al ver a Leticia ha visto que sus expectativas habían sido superadas y le ha contado que él no vivía en Rumanía, pero que sus orígenes sí eran de allí. Carlos Sobera ha bromeado con la posibilidad de que la diera un mordisco, pero él le ha dicho que las cosas iban poco a poco.
Álex le ha contado a su cita que vino a España a ganarse la vida de rapero junto a su compañero musical. Se dedicaban a la canción protesta y la gente le pedía autógrafos por la calle. A ella le ha fascinado que cantara “tiene un 40% ganado conmigo” y ha querido saber más sobre el mundo de Drácula y han comenzado a tratar su verdadera historia “atrapaba a los criminales y les empalizaba”.
Poco a poco se han ido soltando y han hablado con mucha naturalidad de sus creencias religiosas, de sus relaciones pasadas y de sus planes de futuro. Ella ha tenido dos relaciones y sueña con su boda de cuento de hadas. Al llegar al reservado, han improvisado una sala de karaoke con su teléfono móvil y se han lanzado a un tierno e inocente pico. Los dos se han sorprendido de haberse conocido y se han quedado con ganas de más.