Manuel no era el hombretón con signo de fuego que Diana deseaba que entrara por la puerta de ‘First Dates’, pero no ha tenido claro que no quería volver a quedar con ella hasta que ha tenido un detalle que a ella no le ha parecido caballeroso.
La cita de Diana y Manuel estaba siendo una cita cómoda, pero la chispa todavía no terminaba de saltar. Ella ha querido saber qué signo era y el soltero ha flipado “¿Te gusta eso? Sabía que me lo iban a preguntar”. Diana no le ha dicho si le gustaba mucho o poco el tema del horóscopo, pero sí le ha dicho que al verle no había sentido que fuera un signo de fuego como ella. Y no se ha equivocado porque era Cáncer.
Diana esperaba que cruzara la puerta de ‘First Dates’ “un tirarrón” que la robara el corazón a primera vista y Manuel no era ese hombre, pero la cita estaba resultando agradable y se estaba replanteando tener otra cita con él hasta que han traído la cuenta.
Manuel no ha tenido intención de pagar la cena y le ha soltado un “A medias” que ha puesto punto y final a lo que podría haber sido una historia de amor. Diana ha soltado un “¡Ostias!” muy sorprendido y ha tenido claro que era un detalle que hablaba de él “en eso ha patinado”.
En el momento de la decisión final, él sí se ha mostrado partidario de repetir la cena, pero ella le ha dicho que sentía que estaban en momento vitales muy distintos.
Diana siente que su carácter asusta un poquitín a los hombres y le ha contado a Carlos Sobera que se quedó a las puertas del altar. Esperaba encontrar en ‘First Dates’ a un personaje de una película de amor, a un tipo sagitariano de carácter fuerte.
El destino ha querido que quién cruzara la puerta fuera Manuel, un hombre por el que no ha sentido un flechazo, pero con el que comparte una afición muy importante. Los dos son runners y han compartido sus experiencias.
A Diana le ha sorprendido mucho que Manuel, a su edad, siguiera viviendo con compañeros de piso y la cita ha comenzado a tensarse cuando ella ha asegurado un “los hombres no sabéis vivir solos”, pero una repentina explosión en el salón del restaurante “¿Qué ha sido eso?” ha conseguido que cambiaran de tema y que la conversación volviera a fluir “Ya se han acabado los nervios”.