Pedro y Mercedes han intentado dar una oportunidad al amor acudiendo a 'First dates', pero parecen llevar ritmos de vida absolutamente incompatibles. Pedro tiene 92 años y una mentalidad en la que encontrarse bien físicamente es una de sus prioridades. Mercedes, de 81 años, también se conserva de maravilla, pero entiende la vida de otra manera.
Nada más conocerse, ambos se animaban a bailar juntos un chachachá. Él se pasaba de velocidad e incluso de intensidad, mientras ella se negaba a seguirle el ritmo como buena conocedora del estilo: "No hace falta hacer eso". Y es que, según Mercedes, no es necesario hacerlo tan deprisa, basta con fluir y sentir la música.
Después de un no muy buen comienzo, la pareja ocupaba su mesa en el restaurante. Según se iban conociendo, las cosas no mejoraban. Él presume de subir los escalones "de tres en tres", mientras ella se declara una enamorada de la música clásica, el arte y la arquitectura antigua.
Y es que Pedro va al gimnasio todos los días haciendo un total de más de cuatro horas de ejercicio diario. A ello le suma que únicamente bebe agua y que su dieta se basa en verduras y frutas en su totalidad. Pero la cantidad de series que hace en el gimnasio no resultan nada atractivas a Mercedes, que pierde por completo el interés: "No sé cuánta musculatura tendrá, pero no me va".
Pero esa no es la única rutina que Pedro asegura que le ayuda a mantenerse en forma a sus 92 años: "Lleno el lavabo de agua fría y después meto un trozo grande de hielo. Me cepillo todo el cuerpo: los pies, la espalda... Y otra cosa que hay, que es muy buena, es el baño genital". Algo que, en efecto, ha sorprendido una vez más a Mercedes: "Estas cosas me dan risa, yo tengo sentido del humor y considero que... ¡Bendito sea su alma! Es el típico hombre español que se cree que es un ejemplo a seguir y para mí el ejemplo a seguir es otra cosa".