Sergio es muy sociable, tiene muy buenos amigos y con ellos le gusta compartir sus buenos y momentos. Vive en un pueblo cerquita de Madrid, ha estado casado, es papá de una niñas de 8 años y busca a una chica guapa por fuera y por dentro. Le suelen gustan las chicas latinas, con 18 años tuvo una novia peruana.
Estefa, su cita, es una chica con la que no te aburres, pero que a veces no te deja hablar. Al verla, Sergio ha sentido que era una chica guapa y le ha gustado que fuera de Madrid, hubiera nacido en Caracas y fuer programadora. Ella tambié ha valorado que él se dedicara al marketing.
Ya sentados en la mesa, los solteros han descubierto que tenían un montón de cosas en común, pero ella no ha visto nada que le diga “me mata”. Los dos quieren una relación seria, pero quieren ir poco a poco porque hace solo un año que están divorciados. Les gusta mucho socializar y salir a bailar.
En el tema del deporte, Estefa le ha dicho que la gustaba caminar, pero que el gimnasio no era lo suyo. Eso sí, para echar un partido de tenis podían quedar. Ella ha querido saber qué le gustaba de las chicas y él el ha dicho que fuera divertida, guapa y habladora como lo era ella. Momento en el que ella le ha confesado que estaba intentado controlar la conversación para que no sintiera que no le dejaba hablar.
En el tema sexual, Estefa le ha dicho que no se había imaginado ningún lugar en el que le gustaría practicar sexo, pero al saber que a él le gustaba hacerlo en los jacuzzis, baño y incluso, en el mar, le ha surgido una duda “¿Eso no escuece?”. Ella le ha dicho que era más “pasiva, pero constante”. Eso de bajar la frecuencia en las relaciones estables no iba con ella y necesitaba tener sexo por lo menos una vez a la semana “pero en tres posturas distintas”, le ha puntualizado él.
En el fotomatón se han dejado llevar, han jugado y se han dado sus primeros besos. Estefa no sabe si Sergio será su próxima relación estable, pero quiere probar una segunda cita y “probar un pinchito” para ver qué tal.