A Celia le parece muy triste no creer en nada en ‘First Dates’: “A veces me invento mi propio Dios y habla con él”

A Celia le gusta la vida, vivir experiencias, conocer a gente… “Creo que soy divertida”. Ha tenido tres parejas y se define como una chica muy romántica. Busca a un chico con ambición y ganas de vivir la vida, divertido, inteligente…

Ben, su cita, es un tipo que nación en Inglaterra, pero su madre es irlandesa y su padre franco argelino, y se vino a España con ocho años. Se considera un tipo divertido y le gusta vivir su vida. Al llegar, Carlos Sobera ha bromeado con él y le ha presentado a Celia de quién le ha dicho que lo tenía todo “es inteligente, divertida y encima guapa, hay gente que lo acapara todo”. La verdad es que a Ben le ha gustado su cita y rápidamente se han puesto a hablar.

Ella le ha dicho que era de Barcelona y se ha sorprendido al saber que Ben era de Londres, pero llevaba 20 años viviendo en Elche (Alicante). El presentador ha tenido la sensación de que se habían gustado porque ella le ha mirado como si estuviera interrumpiendo.

Los solteros se han gustado y han comenzado la cita con muchas ganas. Ben le ha dicho que era profesor de español e inglés, pero ella ha sentido que no tenía acento y él le ha demostrado que sí lo tenía “mis alumnos no saben que habla castellano”. A Celia le ha encantado su acento y la ha visto perfecto para profesor de inglés. 

Al saber que el tenía 29 años y que había nacido en noviembre, le ha preguntado por su creencia en los horóscopos y ella le ha dicho que era muy triste y que no creía en nada, pero que en ocasiones creaba su propio Dios y charlaba con él, algo que a Ben le ha parecido un poquito raro.

En el amor, Ben le ha dicho que hacía un año que había roto su relación de más de tres años y ha flipado al saber que ella igual, pero que hacía solo un mes que estaba soltera. También ha querido saber cómo era su día a día y ha alucinado más aun. Celia le ha contado que iba en moto a trabajar “soy una motomami como Rosalia” y que era tiktoker “ya me reconocen por la calle, tengo 8.000 seguidores”. Ben ha querido saber qué hacía y se ha sorprendido al saber que cuenta cosas de su vida.

En el momento de pagar la cuenta, Ben ha sentido un “Tierra, trágame” porque se había dejado la cartera en la chaqueta, Celia ha dudado de que fuera casualidad, pero le ha dicho que no se preocupara porque ella pagaba la cuenta. Ella no tiene mucho dinero, pero a veces piensa en ser una “sugar daddy”.

Celia le ha confesado a Ben en la decisión final que tenía la intuición de que como pareja no iba a salir bien, pero que le gustaba como amigo. Él no ha tenido esa intuición, pero sí ha estado de acuerdo con ella en que de momento, no había saltado la chispa.