Carolina saca de quicio a su cita en ‘First Dates’: “Deja de llamarme Armando”

  • Carolina pone a su cita a bailar ballet en ‘First Dates’: “Qué bonito, me ha gustado mucho”

  • Carolina se espanta al ver a Mángel por primera vez: “Vaya gafas que me lleva”

  • Ver ‘First Dates’ (19/06/23), online y completo en Cuatro

Carolina es una mujer asturiana y sin filtros. Le apasiona el ballet, está estudiando y es profesora. No le gusta como la gente baila en las discotecas y siente que los chicos son muy sosos, y busca a un chico con arranque y decisión. Eso sí, también le gustan morenos y guapos.

Miguel Ángel ‘Mángel’, su cita, asegura que desde que descubrió el gimnasio, su vida cambió para siempre “Estoy enamorado del entrenamiento y el culturismo”. Desde que está un poquito más fuerte, liga más e incluso, “me han llegado a morder un hombro”. Al verle, Carolina ha comenzado a negar con la cabeza “vaya gafas que me lleva el hombre” y ha mostrado su desagrado. Él también la ha visto demasiado “flaquita”, pero ha comenzado a conocerse acercando sus taburetes.

Carlos Sobera le ha dicho a Carolina que tuviera cuidadito que su cita era vasco, pero ella ha querido saber si bailaba ballet que le importaba más. Él le ha dicho que no, pero que practicaba el culturismo que era algo que estaba muy relacionado “este chico está muy desubicado”.

En la mesa, Mángel le ha contado a su cita que compañeros suyos del gimnasio tenía a profesoras de ballet para compaginar las dos disciplinas, pero ella no se lo ha terminado de creer. A ella no le estaba gustando nada su cita, pero ha querido ponerle a prueba y le ha puesto a aprender a bailar ballet en mitad del salón.

Mángel ha intentado resistirse, pero ha terminado demostrando que tenía más flexibilidad y equilibrio del que pensaba “qué bonito, me ha encantado, ya puedes decir que sabes algo de ballet”.

El soltero ha querido saber qué le había parecido porque al verla, había sentido que ponía cara rara. Ella le ha dicho que no le habían gustado sus gafas y le ha pedido que se las quitara, él la ha seguido el rollo, pero Carolina lo ha tenido claro “para mí ni con gafas ni sin ellas”. El soltero ha apoyado al brindar y ella ha querido saber por qué porque a ella le han dicho que lo de apoyar daba suerte.

Mángel estaba sintiendo que su cita se estaba haciendo la tonta porque también le ha preguntado que qué tal montaba cuando le ha dicho que sus tíos tenían caballos en Extremadura.

Durante el Rasca del Amor, Carolina ha querido hacerse la graciosa llamando a su cita Armando y aunque él el ha dicho que se llamaba Mángel, ha insistido hasta que él se ha puesto tan nervioso que le ha soltado un “Deja de llamarme Armando, no me toques los cojones”. Algo que ha dejado en un segundo plano que ella no quisiera responder a las preguntas sexuales y que él sueñe con tener sexo en la cubierta de un barco.

En el momento de la decisión final, Mángel ha querido saber si Carolina ya recordaba su cita y ella le ha vuelto a llamar Armando, pero a él no le ha importado porque sí quería tener una segunda cita con ella. Carolina ha flipado y le ha dicho que qué creía que iba a decir ella y cuando él le ha dicho que que pensaba que sí quería repetir, le ha soltado un “sinceramente, no”.