Andrés y Stiven perrean hasta el suelo en ‘First Dates’: “Se necesitaba”

  • Los solteros quieren volver a bailar y ver: “Amigos con derechos está bien”

  • Andrés es tiktoker y su cita trabaja en OnlyFans

A Andrés le encanta la fiesta “me encanta salir, me encanta el tequila, me encanta bailar…” y se define como un coqueto. Ha venido a España a estudiar un Máster de Producción de Eventos porque le apasiona el mundo de la moda. También es tiktoker, habla de moda, pero sobre todo, lo que sube son bromas y chistes. En el amor “me va la chingada”, no ha tenido nada serio, pero sí varios intentos “mi madre me decía que comiera de todo”.

Al escucharle, Carlos Sobera le ha dicho que su madre también se lo decía, pero “no creo que pensara en lo mismo que tú” y él le ha dicho que su madre tampoco, pero “yo crecí viendo Hannah Montana, que tiene lo mejor de los dos mundos, lo apliqué a mi vida y salió lo que salió”. Tiene claro que no puede bloquear al destino y lo que le depare, chico o chica, será bienvenido.

Stiven, su cita, es un chico que siempre ha estado ligado al mundo del deporte. Comenzó con el fútbol, ha hecho gimnasia y también le ha dado al porrismo. No se considera friki, pero sí le gusta el mundo del K-Pop y lo relacionado con la cultura de Corea del Sur.

Al verle, Andrés ha sentido que era un chico muy atractivo, muy guapo y con un cuerpo muy atlético. Él también ha pensado lo mismo y se han puesto rápidamente ha hablar de sus lugares de origen, de Madrid, Toledo…

Con ganas, pero con cierta timidez, los jóvenes han comenzado la cena hablando de sus edades, de lo que estudiaban y de cómo era su vida en España. A Stiven le ha gustado mucho que su cita fuera mexicano porque siente mucha curiosidad por la cultura mexicana y también que fuera tiktoker porque él trabaja en OnlyFans.

Stiven se ha asustado un poco al saber que su cita era muy fiestero porque a él con salir una vez al mes le vale, pero sí le ha gustado saber que Andrés también bailaba, no domina el K-Pop pero sí es de los que perrean hasta abajo como él.  

Para los dos el baile es mucho más que moverse al ritmo de la música “el baile es pasión, es sexo, es magia…” y al escuchar la música se han dejado llevar. A Andrés le ha encantado el culito y el flow de Stiven, y ha sentido que era el momento de perrear hasta abajo.

Entre ellos ha surgido una conexión muy buena y se han gustado mucho físicamente, pero Andrés ha sentido que Stiven tenía cara de muy niño y no sabía si le veía como su pareja. Eso sí, le ha dicho que podían volver a quedar, tomarse unos tequilas, volver a bailar y ver si con los besos nacía la chispa. A Stiven le ha parecido estupendo que fueran “amigos con derechos” y empezaran por salir y besarse a ver qué pasaba.