Agustín se viene arriba con los pechos de su cita en ‘First Dates’: “No se toca”

Mari Carmen es cuidadora y tiene empatía con la gente, eso sí “hay gente que te gusta más y gente que te gusta menos”. Hace abanicos para San Lorenzo. Cuando Laura Boado le ha preguntado que cuántos años llevaba soltera, le ha entrado la risa. Busca sinceridad porque luego descubre que todo lo que le dicen que falso “te comen el oído y luego es todo mentira”. No es una mujer de un día y está buscando a un hombre alto, con ojos azules y por pedir, que la lleve de viaje y le enseñe a bailar.

Agustín, su cita, lleva trabajando de camarero toda la vida y compagina su trabajo con extras en bodas, bautizos y comuniones. Es muy trabajador y se ha hecho él su propia casita de campo. Busca a una mujer que disfrute en todos los sentidos, también en la cama, que no le duela la cabeza.

Al verle, Mari Carmen ha visto a un hombre que estaba muy bien y él a una mujer muy simpática, que se ha llevado una alegría al saber que él llevaba 50 años viviendo en Zaragoza porque ella es de Huesca.

A los solteros les ha encantado saber que vivían tan cerquita y que habían compartido profesión, pero Agustín ha querido dejar de lado el trabajo y hablar de amor. Él le ha contado que él es muy apañadito y que busca a una mujer que le quiera, no que le haga las labores domésticas. Ella se ha reído y también le ha dicho que buscaba a un buen hombre.

Agustín ha pisado el acelerador y le ha dicho a Mari Carmen que, si se iría con él a Zaragoza y ella le ha dejado claro que de visita sí, pero que ella tenía su apartamento. Él ha dudado de que quisiera una relación seria, pero ella le ha dicho que sí, pero que todo tiene su tiempo. En el tema sexual, Mari Carmen se ha mostrado tímida y él ha terminado sacándole los colores, pero ella tiene claro que miedo no tiene ninguno, pero de nuevo, cada cosa a su tiempo.

Con la excusa de no poder explotar el globo, Agustín ha comenzado a besar a Mari Carmen en el fotomatón y poco a poco se ha ido viniendo arriba. La comenzado con un inocente piquito y ha terminado tocándole un pecho como si no hubiera un mañana. Ella ha alucinado y no ha dudado en darle un manotazo “no se toca”.

Agustín estaba muy arriba y la soltera ha salido corriendo del fotomatón “vale ya de tanto beso”. Eso sí, en el momento de la decisión final, le ha dado un sí y ha mostrado muchas ganas de seguirle conociendo.