Isabel está acostumbrada a que la comparen con Luján Argüelles, pero su cita no ha visto ni un ‘Granjero busca esposa’ y se ha centrado en conocerla. Venía buscando a un chico alto que le hiciera reír y han terminado contagiando sus carcajadas a todo el restaurante.
Isabel se ha presentado como una mujer muy alegre que tiene risa contagiosa y rápidamente nos lo ha demostrado. Se parece mucho a la presentadora Luján Argüelles y aunque no ha firmado ningún autógrafo por ella, sí se los han pedido. Según le ha explicado a Carlos Sobera le gusta mucho el mundo Disney, su princesa preferida es la Cenicienta “por su dulzura” y está buscando a un chico alto que le haga reír.
Bernat, su cita, se considera un tipo carismático, que se ríe de todo, habla de cualquier cosa. Al ver a Isabel se ha quedado flasheado porque nunca había cenado con una chica rubia y con esos ojos azules tan bonitos. Ella sin embargo, ha sentido que era un poco cani “muy de barrio”, pero al hablar con él se ha dado cuenta de que no. Rápidamente han descubierto que vivían más o menos cerquita, que ella es profesora de infantil y que él es informático.
El soltero ha querido saber cómo le gustaban los chicos a Isabel y ella le ha dicho que le gustan los chicos risueños y alegres, pero que no pasados de copas. Al principio ha tenido la sensación de que Bernat no era para ella, pero se ha equivocado por completo porque antes del postre ya se estaban gastando hasta bromas entre ellos. Ella le ha contado que la solían confundir con la presentadora Luján Argüelles, pero Bernat no tenía ni idea de quién es.
Ni 'Password' ni ‘Granjero Busca Esposa’ ni ‘Quién quiere casarse con mi hijo’, el soltero no ha visto ninguno de los programas de Luján, pero le ha dicho que le parecía estupendo que le pidieran autógrafos y todo.
Bernat estaba encantado porque nunca había conocido a alguien que tuviera tantas cosas en común con él y es que a los dos también les gusta mucho viajar y están deseando visitar Noruega para ver las auroras boreales. Repasando los lugares que habían visitado, él le ha dicho que le había encantado ir a Ámsterdam y ella ha querido saber un pequeño detalle “¿Tú fumas?”.
Él le ha confesado que no pero que, ya que estaba en Holanda, algo probó. Ella le ha contado que el echaron el humo a la cara y que no veas… “me hablaban las farolas y todo”. A Bernat le ha hecho mucha gracia y más al escucharla reírse con una risa tan contagiosa.
Sin poder dejar de reír, en el momento de la decisión final ambos han tenido claro que querían seguirse conociendo, que se lo habían pasado fenomenal y que tenían pendiente un juego de rol, un paseo en moto y si todo va bien, un viaje para ir juntos a ver la aurora boreal.