Carlos se siente pequeñito ante la lluvia de zascas de su cita en ‘First Dates’: “Jamás me pondría algo así”

  • Carlos es un apasionado de la moda y de las gafas de sol

  • Sara se asusta ante el llamativo outfit de su cita y se pone a la defensiva: “Soy cerrada para algunas cosas”

  • Sara se echa las manos a la cabeza al saber que a su cita le gustan las exposiciones y los museos: “Es el peor plan”

Sara está convencida de que todo sucede por algo y que si una puerta se cierra es porque se van a abrir tres más. Se ha definido como una persona muy supersticiosa y entre sus manías para evitar la mala suerte está no cortarse las uñas los días que tienen erre. Matías ha bromeado con ella diciéndole que los gatos negros “te quitan la calma” y ella le ha contado horrorizada que se le había metido uno debajo del coche y que tuvo que pedir ayuda.

Es una mujer muy intensa y nada sencilla “tiene cosas buenas y cosas malas, soy muy cañera”. Carlos, su cita, se define como un tipo con un estilo único. Le encanta la ropa oversize y le suele gustar combinar las camisas de manga larga con pantalones cortos. Al verle, Sara ha tenido claro que no le gustaba nada su look y no era por el tema de la superstición y el color amarillo.

Sara le había dicho a Lidia que era cañera y Carlos lo ha comprobado nada más conocerla. Ha notado que su look le había sorprendido y no ha dudado en responderla a preguntas tipo “¿No tienes calor?”. Matías no se ha resistido a pedirle a Carlos que se pusiera las gafas de sol para comprobar cómo le sentaban.

Sara se ha quedado en el look de Carlos y no ha querido conocerle con muchas ganas. A él le ha gustado saber que él estaba estudiando y trabajando con personas con discapacidad, pero ella ha puesto caras raras al saber que él trabajaba limpiando cristales y que no tenía pensado estudiar de momento. Al saber que en un futuro igual estudiaría fotografía le ha soltado un “te pega”, pero cuando le ha contado que le gustaba ir a museos y exposiciones le ha faltado salir corriendo “ir a un museo es el peor plan que me puedes proponer”.

Carlos ha querido saber si a su cita le gustaba la moda y se ha metido en un callejón sin salida en el que le ha caído una lluvia de zascas que no esperaba y que le han acabado intimidando “me he sentido pequeñito”. Ella se ha mostrado muy seca en sus contestaciones y le ha dejado claro que le horrorizaba su ropa y que el pelo largo no le quedaba bien. Él se ha quedado cortado y le ha reconocido que le estaba intimidando. Esa no era la intención de Sara y no ha intentado explicarle que era un poco cerrada de mente y que su outfit le había dejado paralizada.

El soltero ha querido saber si a Sara le gustaba viajar y ambos han coincidido en que Roma les había encantado. Ella no paraba de sorprenderse porque había pensado que ese chico no tenía nada que ver con ella y poco a poco estaba descubriendo a un chico muy guay. Respecto al amor, él le ha confesado que no le había ido muy bien y que encontrarlo no era su prioridad porque creía en el destino.

Los dos han coincidido en que la cosa tiene que fluir y que hay que dejarse llevar. Él le ha confesado que le estaba gustando lo que estaba viendo. De hecho, ha dicho que quería tener una nueva cita porque, aunque ella había sido un poco “seca e intimidante”, le había gustado conocerla. Ella contra todo pronóstico, también le ha dado un sí por respuesta y se han ido a tener su segunda cita en ese mismo momento. Eso sí, ella le ha pedido una cosa “a un museo no, por favor”.