Ángel ha venido a ‘First Dates’ en busca del amor y se ha encontrado con Luis, un soltero que sueña con ser “estúpidamente rico”, se muere por una arruga, un señor de más de 50 y tiene claro que todo el mundo tiene su tamaño de pene ideal.
Ángel asegura las mujeres que han estado en su vida son las responsables de su carácter y se define como una mujer camaleónica. Nació hombre y tiene muchas cosas de hombre y muchas de mujer, está realizando su proceso de transición poco a poco, pero tiene claro que su órgano genital no se lo va a cambiar “más vale bicho conocido que bicho por conocer”. En el amor está buscando un hombre pero sobre todo, una persona con mucho respeto y mucha comunicación.
Luis su cita se ha presentado como un joven diseñador de moda que sueña con ser “estúpidamente rico”. Nació en Bolivia, pero lleva 5 años viviendo en Algeciras. Al verle, Ángel ha sentido que no era lo que esperaba, pero no le ha desagradado. Han comenzado a conocerse rápidamente y el puesto de trabajo de Ángel ha dado para mucho.
Está trabajando en un puesto de gofres con forma fálica en Torremolinos “también hago chochitos” y a Luis y Lidia Torrent les ha encantado porque ambos los habían probado y “están buenísimos”. Lo que no imaginaban es que cuando abrieron una sucursal en Algeciras se causara una auténtica revolución “allí la gente es muy cerrada”.
Luis le ha contado a Ángel que en Bolivia vivía muy bien porque siempre ha sido un niño de papá y su padre tiene mucho dinero, pero que cuando llegó a España se enamoró del país. En el tema de relaciones, no ha tenido nada serio y solo puede contar como novio, un hombre que le dijo que para invitarle a una botella de champán tenían que ser novios “fui su novio durante 2 o 3 horas, lo que duraron las tres botellas”.
Luis ha querido saber si a Ángel también le gustaban las chicas y él le ha contado que en su época heterosexual estuvo con varias chicas. Luis lo ha visto bien porque él se considera gay, pero “un coño de vez en cuando, me como”. Asegura haber vivido una época dorada en Bolivia y haber estado con más chicas que chicos “era el hijo del dueño de la discoteca y se me acercaban por interés”. Ángel le ha explicado que en sus planes no estaba hormonarse de momento y que seguía sintiendo que tenía una gran parte masculina.
Entre Luis y Ángel no había surgido la chispa todavía y han querido tratar temas más íntimos. Ángel le ha contado que a él le gustan los chicos muy masculinos “muy heteros” y Luis le ha confesado que a él le vuelve loco una arruga “me gustan maduritos, de 40 hasta la muerte”. Es más, le ha contado que su mejor experiencia sexual fue con un señor de 65 años “aunque yo creo que tenía más”.
Luis no discrimina los pene grandes, pero sí le dan cierto miedito “estuve con uno que eso era un caballo, al día siguiente no podía ni andar” y ha querido saber si su cita también tenía un tamaño de pene establecido “a la gente le gusta un tamaño de polla, ¿a ti no?” y Ángel le ha contado que él es “muy exquisita” para bajarse al pilón.
En el momento de la decisión final, ambos han tenido claro que se lo habían pasado muy bien y que se volverían a tomar algo juntos, pero que no habían sentido nada de feeling y que una segunda cita amorosa no tendrían.