Con alma de Santa Teresa de Calcuta “hablar menos y hacer más”, Laura parecía tener la energía suficiente para sentir la de Vicente José Tomás “soy único”, pero la conexión que él ha sentido al verla parece que ha sido unilateral porque lo que ella ha sentido ha sido miedo.
Laura ha venido con una maleta para un mes porque no se piensa bajar del barco hasta que no encuentre el amor y es que está deseando encontrar el amor “Si es real que se regenera la virginidad, yo soy virgen, yo no sé lo que es un orgasmo”. Eso sí, tiene claro que “no soy media naranja, soy una naranja entera y lo que necesito es que me expriman”.
Por su parte Vicente José Tomás se considera “único” y casi un clon de un actor “Me han dicho en más de una ocasión que me parezco a Clint Eastwood”. Le apasiona el amor y nada borra la sonrisa de su cara “Creo en las energías, estamos rodeados de ángeles y demonios, pero yo ahora mismo solo veo ángeles… Cuando estás enamorado estás cargado de energía, estás brillante, tenso, estás lleno de ilusión, es muy bonito… Soy vidente y sueño con el amor, sueño con las personas y sé que voy encontrar a alguien”.
Una premonición le ha traído al barco del amor “lo había pedido al Universo y estoy aquí” y Vicente ha exclamado un “¡Wow!” al ver a Laura, se ha quedado muy sorprendido con el iris de sus preciosos ojos negros. Al envolverla con sus brazos en un cariñoso abrazo ha sentido toda su energía. Energía que Laura también ha sentido, pero no de forma tan intensa, a ella los primeros abrazos no le dicen mucho y el físico de Vicente le ha dicho menos aun.
“Me ha recordado a Angelina Jolie con los cuernos en la película ‘Maléfica’, era una bruja pero con algo bueno. Me he montado una película yo solo… Te veo incluso con cola de sirena, te veo muy sirena”, Vicente estaba flipando con la mujer que tenía delante y ha querido ir un poco más allá en su conexión animal. Él se define como un delfín y se ha sorprendido mucho al saber que ella se define como un águila.
Vicente ha comenzado a hablar de la fuerza del universo y ella ha sentido que estaba cenando con “un predicador”, pero la energía y la seguridad del Vicente han ido conquistando a Laura. Vicente ve cosas, pero también le gusta tocar y sentir el tacto de Laura le ha transmitido una sensación muy buena. Sin embargo, Laura ha comenzado a sentir miedo al conocer más su visión de la vida. Él le ha explicado que somos pura energía y que todo lo que tenemos a nuestro alrededor es un escenario creado “¿Crees que esta mesa está aquí?”.
“Esto de la magia ya me está empezando a dar un poco de yuyu”, ha asegurado una soltera a la que tanta energía le estaba superando. Vicente ha sentido que un águila no se podía asustar por tampoco y ella le ha dejado claro que de momento águila, águila no era “Un águila, pero ahora soy todavía un poco gaviota, estoy intentando llegar”. “Si tú eres gaviota, yo soy gavilán”, le ha respondido Vicente mostrando su lado más optimista.
Parece que Vicente no mentía cuando le ha dicho a Laura que era vidente porque antes de saber que le iba a dar calabazas le ha soltado un “echo un polvo y desaparezco”. Él estaba encantado de seguir navegando con Laura, pero ella ha sentido demasiada energía de golpe para seguir a su lado.
Menos mal, que la energía de Vicente es desbordante y ha sentido que el universo les iba a volver a conectar “Nos veremos de vez en cuando, cuando yo saque el morro como delfín”. Ella ha bromeado diciéndole que las águilas se comían a los animales marinos, pero Vicente ha tenido claro que un águila no se iba a comer un delfín y que la vida les volvería a juntar.