“No es lo que me esperaba, es mucho mejor de lo que me esperaba”, es lo que han asegurado Patricia y Giuseppe al verse en el restaurante de ‘First Dates Crucero’. La persona que estaban esperando que llegara a su vida lo acababa de hacer y la música todavía no había empezado a soñar. ¡Triunfa el amor en el crucero!
Patricia se define como una persona buena “tengo un corazón blanco, soy lo contrario a lo que se ve”. Es una mujer muy culta a la que le apasiona el arte y bailar. En el amor busca a un hombre moreno y con barba que sobre todo “sea el definitivo”. Por su parte, Giuseppe también comparte la pasión por el arte y es un enamorado del amor “La locura más grande que ha hecho por amor es ir hasta Nueva York, dar un abrazo a su amada y volverse”, que siempre viste de “Giorgio Armani, es el icono de la belleza”.
Tras el flechazo inicial, a Patricia le ha dado rabia que Giuseppe comenzara las conversaciones porque ella solo podía decir “Yo también”, a ambos les encanta bailar, el arte, la belleza, reír… Estaban sintiendo que tenían delante a la persona que siempre habían buscado “me sentí deseada, cuidada, me sentí mujer”.
Ninguno de los dos tiene un control total del castellano, pero a Patricia le ha sonado fatal que Giuseppe rompiera la magia de ese momento diciéndole que le parecía “una mujer fresca”. Ella tiene un concepto feo de ese adjetivo y no ha dudado en decírselo. Giuseppe ha intentado explicarle qué connotación quería darle a la palabra “fresca”. Menos mal que rápidamente han comenzado a hablar de sueños y la cita ha vuelto a tomar el rumbo adecuado.
Patricia sueña con tener su propia clínica de estética y se ha sorprendido al saber que el sueño estrella del italiano es encontrar el amor. Un amor que parece que ha comenzado a sentir al mismo tiempo que acariciaba las teclas del piano y sentía a su lado a Patricia.
Tras conocerse un poquito mejor y que Giuseppe le explicara todo lo que le había gustado de ella, los solteros se han atrevido a tocar el piano juntos y en el momento que sus brazos se han rozado, han saltado chipas. Los solteros han sentido que un escalofrío recorría sus cuerpos y sus estómagos se llenaban de mariposas, la chispa del amor les tocado y ya no había marcha atrás.